El discurso de ambos dirigentes fue coincidente en materia económica al apostar por la modernización
22 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El presidente ruso, Dmitri Medvédev, exigió ayer más democracia y una mayor apertura al partido Rusia Unida, del primer ministro Vladimir Putin, durante un congreso de partido celebrado en San Petersburgo.
En alusión a las controvertidas elecciones municipales del pasado 11 de octubre, Medvédev advirtió a la fuerza política en el Gobierno liderada por Putin que no debe confundir los intereses de partido con los intereses generales.
«La democracia es para el pueblo, no para los partidos; ni es para el Gobierno ni para la oposición», indicó.
Poco después de los comicios municipales que Rusia Unida ganó por una amplia mayoría, según datos oficiales, el jefe del Kremlin todavía sostenía que no había detectado «grandes infracciones». Sin embargo, la oposición en Moscú acusa al alcalde Yuri Jushkov, de 73 años, de «un fraude electoral sin precedentes en la historia reciente de Rusia».
Ni Putin ni Medvédev son miembros del partido Rusia Unida, lo que no impidió al presidente ruso criticar sin ambages su «retraso» y sus «intrigas».
Rusia Unida posee 315 de los 450 escaños de la Duma, la Cámara baja, y cada día son más los opositores y analistas que comparan su funcionamiento con el del todopoderoso Partido Comunista en tiempos de la Unión Soviética.
Flexibilidad
«El partido debe modernizarse, ser más flexible y abierto, debe aprender a ganar en una lucha abierta», espetó el presidente.
Putin, por su parte, subrayó la necesidad de modernizar la economía y apoyó el plan del presidente para renovar la economía del país, con la aparente intención de acallar los rumores de disensión entre ambos.
Medvédev abogó el 12 de noviembre por una modernización «de arriba abajo» de Rusia y estigmatizó las megaempresas públicas, muchas de las cuales nacieron bajo la presidencia de Putin.
Este discurso había hecho emerger nuevas especulaciones sobre posibles divergencias entre los dos líderes, que Putin disipó. «Estoy seguro de que el llamamiento [a la modernización] refleja el anhelo de toda la sociedad», dijo, acaparando el protagonismo del congreso con un discurso ante miles de responsables, de militantes y de personalidades rusas o extranjeras, como el ex primer ministro ucraniano Viktor Ianukovich.
«La crisis, con toda su dureza, demostró el precio que puede costar a un país rechazar la innovación, tener una baja productividad, derrochar sus recursos y tener una burocracia lenta», declaró el primer ministro, que sigue siendo considerado el hombre fuerte de Rusia.
Putin felicitó a Rusia Unida por haber impedido que la crisis degenerara en debacle financiera como la sufrida en 1998. Pero también reconoció que la economía rusa se contraería entre un 8% y un 8,5% en el 2009.