Pide a sus partidarios que mantengan en la calle la presión al Gobierno.
16 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, llamó ayer desde Guatemala a los hondureños a la insurrección, aseguró que en breve regresará a su país para terminar su período presidencial y pidió a la comunidad internacional que aísle a los golpistas. Pero las amenazas no parecen hacer mella en el Gobierno de Micheletti, que ayer celebró su primer Consejo de Ministros.
«Nosotros no amenazamos, porque este es un Gobierno constituido donde hay paz social», respondió el canciller Carlos López, quien recordó que el Ejecutivo de facto tiene el «control completo del territorio». López aseguró que su gobierno irá a San José este sábado. Antes, Micheletti no descartó reunirse con el propio Zelaya en el caso de que este aceptara. «Él es un ex mandatario del país, un ex amigo mío y con todo gusto le daría la mano en el momento oportuno si él así lo desea», dijo.
Menos conciliador se mostró Zelaya, quien dijo que, al igual que hace 220 años el pueblo francés se sublevó para defender sus derechos, «el pueblo hondureño tiene ahora derecho a la insurrección». Zelaya hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa ofrecida en la casa presidencial de Guatemala, tras reunirse con el jefe de Estado anfitrión, Álvaro Colom. La insurrección, precisó, «es un proceso legítimo que forma parte de los conceptos más elevados del sentido de la democracia frente a un Gobierno usurpador», y en el caso de Honduras «es un derecho que está consignado en el artículo 3 de la Constitución».
Con su ya tradicional sombrero de ala ancha y sonriente, el derrocado mandatario, que durante su comparecencia ante la prensa estuvo acompañado del presidente guatemalteco, pidió a sus conciudadanos «no dejar las calles», que son, dijo, «el único espacio que no nos han quitado». «El derecho a la insurrección es un derecho constitucional», señaló.
Agregó que «la huelga, las manifestaciones, las tomas, la desobediencia civil son un proceso necesario cuando se violenta el orden democrático en un país. No hay que dejar la lucha, hay que mantenerla hasta que los golpistas salgan del régimen de facto que han establecido».
El presidente depuesto tiene ahora depositadas sus esperanzas de volver a Tegucigalpa en la negociación que se reanuda este sábado en Costa Rica con la mediación del presidente Óscar Arias. Las delegaciones de Zelaya y Micheletti regresarán a San José una semana después de haberse ido sin ponerse de acuerdo en nada.