El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ordenó ayer la expulsión en un plazo de 48 horas de un agregado de la Embajada de EE.?UU., por haber condicionado una ayuda económica, y puso en duda el futuro aterrizaje de aviones norteamericanos en su país.
«Señor canciller, escúcheme, le da 48 horas a este señor Armando Astorga [agregado de la Embajada estadounidense] para que coja su maleta y se largue del país. ¡Aquí no vamos aceptar que nadie nos trate como colonia!», afirmó Correa en su programa semanal de radio y televisión. El mandatario acusó al funcionario de tratar de «someter» a la policía ecuatoriana a cambio de una ayuda por 340.000 dólares -destinada a la lucha anticontrabando- y anticipó una dura respuesta al congelamiento de esos fondos. EE.?UU. -según una carta de Astorga leída por el mandatario- retiró esa financiación y suspendió otra por 160.000 dólares para la lucha contra el tráfico de personas.
El jefe de Estado lanzó duros calificativos al agregado estadounidense: «Señor Astorga, quédese con su sucio dinero, no lo necesitamos, aquí hay soberanía y dignidad. ¡Quédese con sus 340.00 dólares! Majadero, insolente!». En la carta de respuesta, Correa propone donar 160.000 dólares anuales «para un proyecto para evitar la tortura en Estados Unidos porque se está torturando en cárceles como la de Guantánamo».