Medvédev recibe a Raúl Castro en la mansión donde se reunieron Breznev y Fidel en los años sesenta
INTERNACIONAL
El presidente cubano, Raúl Castro, mantuvo ayer una reunión con su homólogo ruso, Dimitri Medvédev, en su residencia de Zavidovo, cerca de Moscú, en la primera visita de un líder cubano a Rusia desde el colapso de la URSS, en 1991. El lugar del encuentro está lleno de simbolismo: en los años sesenta fue escenario de la reunión entre Fidel Castro y el líder soviético Leónidas Breznev.
Raúl señaló que su visita ampliará las relaciones con Rusia, cerrando así la herida abierta tras el colapso de la URSS y el fin de las ayudas soviéticas a La Habana. «Nosotros, vemos el renacimiento de Rusia como un factor positivo», declaró.
Visitar Zavidovo es un raro honor del que solo han gozado un puñado de dirigentes extranjeros en la Rusia postsoviética. Raúl Castro, que voló a Moscú en el avión presidencial ruso, ya estuvo allí acompañando a Fidel y ayer lo recordó. Dijo que durante un cuarto de siglo recordaba «con nostalgia» cómo en anteriores visitas freían tocino en una fogata en el bosque y lo comían con pan negro. «No sé si habrá tocino, pero yo estoy aquí», dijo con la mano en el corazón, arrancando con ello a Medvédev la promesa de repetir el «banquete».
El diario gubernamental Rossiskaya Gazeta desempolvó un documento según el cual Castro confesó preferir el vodka al ron durante una de esas visitas. En un gesto de buena voluntad, Rusia donó ayer 25.000 toneladas de grano a los cubanos.