El futuro fiscal general de EE.UU. califica de tortura la asfixia simulada

Tatiana López

INTERNACIONAL

16 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En su comparecencia ante el Comité Judicial del Senado para defender su nominación como fiscal general de EE.?UU., Eric Holder aseguró ayer que «cualquier técnica de interrogatorio que utilice la asfixia simulada es sin duda una forma de tortura». Con esta afirmación, el que pasará a la historia como el primer afroamericano en ocupar el departamento de Justicia, rompió con la línea seguida hasta ahora por sus predecesores de la Administración Bush, Alberto Gonzales y Michael Mukasey, que se negaron a pronunciarse sobre si el ahogamiento simulado era o no tortura. «Utilizaré todas las estrategias posibles para hacer fracasar a nuestros adversarios y lo haré respetando el texto y el espíritu de la Constitución», prometió Holder.

Tal y como prometió en su día Barack Obama, Holder ratificó la intención del próximo Gobierno de cerrar la prisión de Guantánamo, «si bien reconozco que este proceso será mucho más complicado de lo que la gente cree». Y es que, a pesar de que muchos países europeos se han ofrecido a acoger a algunos de los más 200 reos que permanecen en la prisión, su cierre significaría también tener que llevar hasta suelo estadounidense a terroristas peligrosos, algo a lo que la mayoría de los legisladores se oponen. «Entiendo su preocupación, pero quiero que sepan que con el tiempo encontraremos la solución adecuada», zanjó

Holder también tuvo que contestar a preguntas más polémicas como su presunta implicación en el perdón que Bill Clinton concedió en su día al financiero Marc Rich. En aquel entonces, Holder era el número dos de Justicia y no tuvo reparos en mostrarse «neutral tirando a favorable» en conceder la amnistía al mayor defraudador del fisco estadounidense. «Hoy me arrepiento de esa decisión», respondió.

En otro orden de cosas, también la próxima secretaria de Estado, Hillary Clinton, protagonizó ayer titulares después de que la Comisión de Exteriores del Senado diera el visto bueno para su nombramiento. El comité, quien tomó la decisión por 16 votos contra uno, contó únicamente con la oposición del senador republicano David Vitter, quien ya con anterioridad había mostrado su preocupación porque la fundación que dirige Bill Clinton supusiera un obstáculo para la jefa de la diplomacia estadounidense. Tras finalizar este trámite se espera que el propio Senado la ratifique en los próximos días, después de que Obama jure como presidente.