Cerca de 600 inmigrantes detenidos en la mayor redada contra el trabajo ilegal en EE. UU.
INTERNACIONAL
Cerca de 600 inmigrantes ilegales fueron detenidos el lunes en una redada, la mayor de las llevadas a cabo en una sola fábrica en los últimos años, practicada por las autoridades en la localidad de Laurel, Misisipi. Por lo visto, fue un miembro sindical quien dio el chivatazo.
La portavoz de la agencia de inmigración y aduanas, Barbara González, informó que funcionarios federales arrestaron a los trabajadores en la fábrica de Howard Industries Inc.
De los 595 arrestados, la mayoría latinoamericanos, 475 fueron metidos en autobuses y llevados directamente a un centro de detención cercano a la espera de su deportación. Unos 100 fueron puestos en libertad por razones humanitarias pero con brazaletes electrónicos para controlar sus movimientos. Igualmente, se enfrentan a la deportación.
Al menos ocho comparecieron ante un tribunal acusados de haber falsificado documentos de identidad y ocho eran menores de edad.
El hecho de que solamente una decena haya respondido por cargos criminales despertó algunas esperanzas en las asociaciones pro inmigrantes de que el Gobierno de Washington haya cambiado su política. Ello después de que tras una redada similar en mayo en Iowa, cientos fueron juzgados y encarcelados. No obstante, una portavoz del servicio de inmigración señaló que su política no ha cambiado y que seguirán persiguiendo criminalmente a aquellos sin papeles que hayan violado las leyes.
Mientras, y como suele suceder en estos casos, el miedo se ha apoderado de los inmigrantes indocumentados que viven en los alrededores. «Muchas de las familias no quieren ni salir de casa por si acaso los detienen», dijo el reverendo Ken Ramon Landry.