La primera dama participó en una procesión junto al Dalai Lama, quien le puso en torno al cuello un echarpe blanco tibetano.
22 ago 2008 . Actualizado a las 17:32 h.El Dalai Lama ha mantenido una reunión con la primera dama francesa, Carla Bruni-Sarkozy, y el ministro de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, en un templo budista del sur de Francia, en una recepción que podría acrecentar las fricciones con China.
La esposa del presidente francés y Kouchner asistieron a la ceremonia de inauguración del templo budista de Lerab Ling, en Roqueredonde (sur), oficiada por el Dalai Lama, tras la cual se reunieron a puerta cerrada.
Durante el encuentro, el Dalai Lama advirtió al ministro francés que «la única solución» para «que China gane respetabilidad internacional» es «el camino hacia la democracia», declaró el monje budista e intérprete del jefe espiritual tibetano, Matthieu Ricard.
El jefe espiritual también afirmó que «en paralelo a los Juegos Olímpicos, hay una forma de represión extremadamente brutal que sigue reinando», según la misma fuente.
A la llegada al monasterio budista, Bruni-Sarkozy fue recibida por el líder religioso y, tras realizar con ella una procesión alrededor del edificio, le colocó alrededor del cuello el tradicional «kata», pañuelo blanco con el que se da la bienvenida en Tíbet.
La primera dama le transmitió «los saludos» del presidente francés, indicó el representante en Europa del Dalai Lama, Jampol Chosang. La secretaria francesa de Derechos Humanos, Rama Yade, también estaba previsto que asistiera a la cita.
Encuentro pionero
Se trata del primer y único encuentro entre el líder espiritual y los miembros del gobierno francés, durante su visita a Francia, iniciada el 12 de agosto y que debería concluir el sábado.
Anunciada y después anulada por «razones de agenda» del ministro, la entrevista con Bernard Kouchner tendrá finalmente lugar, después de que el Dalai Lama denunciara el jueves la continuación de la represión china en el Tíbet en las páginas del diario francés Le Monde.
El líder espiritual confirmó en esta entrevista que el lunes 18 de agosto el ejército chino disparó contra una masa de manifestantes en el este de Tíbet. Un responsable local chino negó el viernes que tuviera lugar esta manifestación.
El Dalai Lama también aseguró que desde el comienzo de los disturbios en el Tíbet, el 10 de marzo, «varios testigos fiables han podido establecer que 400 personas murieron únicamente en la región de Lhasa». China, donde se celebran actualmente los Juegos Olímpicos, había solicitado una vez más a Francia «prudencia» en la cuestión del Tíbet.
La presidencia francesa indicó el pasado 6 de agosto que Nicolas Sarkozy no recibiría al premio Nobel de la Paz en su visita pastoral en Francia, pero que su esposa se reuniría con él. Esta decisión fue criticada por la oposición socialista que denunció una actitud timorata y contradictoria del jefe de Estado, deseoso de evitar tensiones con el régimen comunista chino.
China versus Dalai Lama
China acusa al Dalai Lama de intenciones separatistas, y se opone férreamente a cualquier recepción que suponga un reconocimiento político del dirigente religioso.
El Dalai Lama, que vive exiliado en India desde el aplastamiento de un levantamiento antichino en 1959, niega esas acusaciones.
La situación en Tíbet se convirtió en un espinoso tema internacional tras el estallido en marzo de manifestaciones en esa región, que según organizaciones de defensa de los derechos humanos fueron violentamente reprimidas, con saldo de decenas de muertos, algo que China desmiente.
La represión provocó numerosas manifestaciones en todo el mundo, que perturbaron el paso de la llama olímpica por ciudades como París, Londres y San Francisco, antes de la inauguración de los Juegos que se realizan este mes en la capital china.