«No dormimos por la noche por culpa de los gritos»

AFP

INTERNACIONAL

08 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En Labutta, una ciudad arrasada y sumergida por el Nargis , los supervivientes deambulan entre los cadáveres ennegrecidos de humanos y animales. «No dormimos por la noche por culpa de los gritos. Quizás son los fantasmas de los vecinos», explicó ayer uno de los supervivientes a una periodista que pudo llegar hasta la zona.

«La gente no tiene ninguna expresión en la cara. Nunca había visto algo así antes», afirmó. «Han perdido a sus familias. No tienen ningún sitio donde ir ni nada que comer. No saben qué les depara el futuro», añadió.

La localidad de Labutta y los pueblos vecinos, que tenían antes de la catástrofe unos 90.000 habitantes, fueron devastados y no queda prácticamente comida ni agua potable. Los afectados tienen que compartir con los que van llegando las escasas cantidades de arroz salvaje que tienen. Buscan desesperadamente cocos, cuya corteza impide que las bacterias ataquen el interior de la fruta.

Labutta, situada en la desembocadura del delta del Irrawaddy, quedó sumergida tras el paso del ciclón. El agua subió hasta más de seis metros, cubriendo incluso las cimas de los árboles. Alrededor de la localidad, los cadáveres de personas y animales empiezan a descomponerse. El olor es tan nauseabundo que hay que cubrirse la cara. Las autoridades enviaron una embarcación para socorrer a las víctimas pero, al parecer, no tiene suficiente carburante y está parada cerca de Labutta. Unicef y la oenegé World Vision llegaron a la zona, pero hasta ahora solo pudieron distribuir pastillas de purificación del agua. «Necesitamos socorristas», indicó un médico, alertando de las diarreas que sufren los supervivientes.