En aras de la seguridad nacional, Google ha aceptado la petición del Pentágono para dejar de ofrecer detalles sobre instalaciones militares estadounidenses en su servicio de mapas callejero conocido como Street View -hermano del popular Google Earth- que da la posibilidad de realizar un viaje virtual con vistas panorámicas de 360 grados. Las luces de alarma saltaron cuando imágenes de una base de Tejas acabaron circulando por la Red.
El Departamento de Defensa reaccionó enviando la semana pasada un mensaje a todas sus instalaciones en suelo estadounidense diciendo que no permitieran a los empleados de Google tomar imágenes dentro de los cuarteles y bases. El general de la Fuerza Aérea y jefe del Comando Norte de EE.?UU., Gene Renuart, informó el jueves que la orden partió después de que al menos una persona en nombre de Google pidiera permiso y le fuera concedido por las autoridades militares para realizar su trabajo en Fort Sam Houston. El Pentágono tiene miedo de que las detalladas imágenes que ofrece este servicio puedan ser utilizadas por grupos terroristas. «Es peligroso porque se puede saber de esta forma dónde están los guardias, cómo suben y bajan las barreras, cómo entrar y salir de los edificios y todo esto supone un riesgo para nuestras instalaciones militares», afirmó Renuart. Por su parte, un portavoz de Google señaló que todo fue un error porque «va en contra de nuestra política solicitar acceso a bases militares para esta finalidad». Indicó que las imágenes ya han sido bajadas de su servicio de mapas, aunque es difícil saber cuántas siguen circulando por la Red, y que colaborará en lo que pueda con el Pentágono.
Este episodio sale a la luz después de que algunos medios dijeran que los ecologistas que se encaramaron al Parlamento de Londres hace unos días se sirvieron de Google Earth. Renuart quiso aclarar que la petición a Google no es un ataque al gigante de Internet y que se trata más de las preocupaciones sobre los «efectos secundarios» de una valiosa tecnología.