Críticas al Ejecutivo galo por no abortar la operación de la oenegé, que contó con apoyo militar
INTERNACIONAL
El Gobierno francés se situó ayer en el centro de las críticas por no haber abortado antes la operación de traslado de 103 niños desde el Chad por la oenegé El Arca de Zoé. La oposición gala reprochaba a las autoridades francesas no haber puesto fin a una operación que conocían y que, incluso, llegó a apoyarse en el dispositivo militar que Francia tiene desplegado en el Chad.
Los miembros de la oenegé transportaron dos toneladas de material y viajaron el 21 de agosto y el 19 de septiembre pasados en aviones del Ejército francés. Nadie evitó que el fundador de El Arca de Zoé, Eric Breteau, viajara en uno de esos aviones, pese a que meses antes el Ministerio de Exteriores había tachado de ilegal su proyecto de traslado masivo de niños desde la conflictiva región sudanesa de Darfur, junto a la frontera con el Chad.
El Gobierno se considera objeto de una maquinación por parte de la oenegé y trató de demostrarlo. «Las autoridades francesas en el terreno y, al parecer, las chadianas, han sido engañadas por una asociación que se ha escondido tras una falsa identidad para llevarse a los niños», indicó el primer ministro, François Fillon, en respuesta a la oposición de izquierdas en la sesión de control al Gobierno.
La secretaria de Estado de Derechos Humanos, Rama Yade, defendió la actuación de su departamento.