La cobertura del caso Madeleine ha desatado una fuerte polémica, suscitando reproches sobre sus excesos, mientras algunos critican el amor de los medios de comunicación y del público por la «pornografía trágica». El caso ha relegado a un segundo lugar noticias tan importantes como la retirada de un regimiento británico de Irak, la muertes de soldados en acción en ese país y en Afganistán, polarizando la atención de los medios británicos desde el 3 de mayo.
«La desaparición y/o asesinato de Madeleine ha dominado la agenda de noticias, excluyendo casi todas las otras», denunció el comentarista Martin Bell, quien fue durante tres décadas corresponsal de guerra de la BBC. El tratamiento de esta historia ha sido «obsesivo», opinó el profesor Eugene McLaughin, de City University, mientras Bell resaltó, en las páginas de The Guardian , su «consternación» por la «locura de los medios de comunicación» por esta historia.
Todos los medios británicos enviaron un gran número de reporteros al sur de Portugal consagrando día a día sus primeras planas a esta historia. Los medios han descubierto que hay «un inmenso mercado para la tragedia pornográfica», y «mientras la gente siga comprando diarios y encendiendo la televisión, diarios y televisiones seguirán abasteciendo de estas noticias», comenta en un blog -entre los muchos que tratan este caso- una británica que firmó sólo con el nombre de Bonnie.
El comentarista Jonathan Freedland subraya que la historia de Maddie ha acaparado tanto la atención que se ha convertido en una categoría noticiosa: la cadena Sky News le consagra en su web un capítulo especial, bajo la palabra Madeleine, entre los consagrados Nacional y Mundo.
Martin Bell arremetió en especial contra la BBC, cuya cobertura ha estado también dominada desde hace cuatro meses por el caso. «Ha sido empalagosa, sensiblera y particularmente consternarte», criticó Bell. «En momentos en que la desaparición de Madeleine acaparó los titulares, la BBC redujo su cobertura de Afganistán», denunció .
La dirección de la BBC defendió su extensa cobertura debido al «interés de audiencia sin precedentes» sobre esta historia. ?El director ejecutivo de la BBC, Peter Horrocks, alegó que se debe «pesar la opinión de los que piensan que la cobertura debe ser reducida contra el hecho de que el consumo de esa cobertura es extraordinariamente alto».