La cantera de Cupiga y Pebosa valía 20 millones de euros en el 2006

LEMOS

12 oct 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Hasta principios de noviembre no se sabrá cuánto dinero debían las pizarreras Cupiga y Pebosa cuando el empresario que un año antes se las había comprado a sus fundadores advirtió en el juzgado que ya no podía hacer frente a los pagos comprometidos con los acreedores. En el momento en que las dos empresas entraron en proceso concursal en el 2006 debían en conjunto cerca de 13,5 millones de euros. La más valiosa de las pertenencias que será subastada ahora es la concesión minera que permite explotar las canteras de estas dos empresas en Pacios da Serra. Hace dos años, su valor estimado era de veinte millones de euros. Quiere decir esto que habrá dinero para pagar a todos los acreedores, incluidos los 120 trabajadores? Probablemente no, aunque para responder a esta pregunta con certeza habrá que esperar. Otras dudas sobre este proceso están ya más claras. ¿Por qué entró Cupiga-Pebosa en fase de liquidación? Cuando Plácido Carrero compró Cupiga-Pebosa a sus fundadores se hizo cargo también de sus deudas. El acuerdo que permitió cerrar el proceso concursal (la suspensión de pagos) de 2006 comprometía a los empresarios a pagar el 50% de lo que le debían a los llamados acreedores ordinarios y subordinados (los que no son Hacienda y la Seguridad Social, que tienen preferencia). Los pagos tenían que hacerlos en cuatro plazos anuales de idéntica cuantía. Con el primero cumplieron en septiembre del 2007. La segunda entrega tocaba para septiembre de este año. El día 5, Plácido Carrero avisó al juzgado de que no tenía liquidez para hacerlo y pidió la apertura del proceso de liquidación.

Por ley, no puede durar más de un año, y el plazo empezó a contar el 5 de septiembre. En empresas de estas características lo más habitual es que se resuelvan en menos tiempo, entre seis y ocho meses.

Todavía no. Los administradores concursales están en fase de recuento y clasificación de los acreedores en función de la prioridad de sus pagos. Para completar esta parte de su trabajo tienen dos meses.

En estos momentos, no se sabe. En el 2006 Cupiga debía 14,5 millones de euros, y Pebosa 8,9.

Solo lo que la empresa les debe por los últimos treinta días trabajados. Para todo lo demás son considerados deudores ordinarios. Van después de Hacienda y la Seguridad Social, que siempre están considerados como acreedores privilegiados. Y dentro de los deudores ordinarios, sus salarios no aparecen como un todo, sino que figuran por orden de vencimiento (de manera que la nómina de junio tiene prioridad sobre la de julio)

La subasta se hará por lotes. La propuesta de los administradores concursales es que se haga un lote con la nave y la finca de As Medas y otro con la nave, la finca y la concesión minera de Pacios da Serra. Por último, cada uno de los vehículos se subastaría en lotes distintos. Los precios de partida de las subastas no están aún fijados. ¿Aparecerán compradores? La difícil coyuntura económica no ayuda a confiar en que la subasta por los bienes de Cupiga-Pebosa pueda calentarse , con pujas cruzadas que elevar los precios y permitan hacer una buena caja. Posiblemente los diez millones de euros en los que en el 2006 fueron valoradas cada una de las dos concesiones haya que revisarlos a la baja en estos momentos, debido a la ralentización del mercado de la construcción. En todo caso, todo apunta a que las concesiones tienen que resultar interesantes para un sector que ahora está agazapado, pero que espera tiempos mejores.