El autor del crimen tenía en vilo a los vecinos de su último piso

La Voz

GALICIA

04 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Iván Berral Cid, el asesino de Rocío Piñeiro Oitavén, era conocido entre sus vecinos por sus extrañas actitudes, que mantenían en vilo a muchos residentes del bloque de viviendas en el que tenía un piso. Según aseguraron, Berral, madrileño de 34 años, era un hombre muy extraño, que casi nunca saludaba, pero que otras veces lo hacía de manera efusiva.

Algunos vecinos aseguran que oían golpes en la casa cuando él estaba en ella y que otras veces se ponía a subir y bajar las persianas continuamente y durante bastante tiempo. Otras veces ponía música a todo volumen en un tocadiscos y empezaba a cantar.

«Lo he visto varias veces hablando solo en la piscina -dice una vecina-, y un día sacó una abeja del agua mientras le gritaba al insecto: no te preocupes, que yo te salvo», dice una vecina. Después, vinieron las detenciones, la última tras ser acusado de agredir a su pareja, embarazada, como Rocío.