La superviviente y madre de la acusada no se separa de su hijo y solo quiere ver a su hija y a su nieta

La Voz

LALÍN

02 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Erundina Lalín Reboredo y su hijo, Manuel Reboredo Lalín, los dos supervivientes del incendio que el pasado viernes calcinaba la casa familiar de Barcia, continúan ingresados en la residencia Nosa Señora das Dores de Lalín. Ayer recibieron ya algunas visitas de los familiares más allegados y se van recuperando tras la tragedia.

El viernes, Erundina, cuando llegó al centro, se negaba a comer hasta que no fuese su hija. La residencia solicitó la intervención de un médico que acabó convenciendo a la mujer de que ingiriese algún alimento. Esa misma tarde era ya interrogada por agentes de la Policía Judicial que investigan el caso. Quienes la vieron aseguran que estaba muy triste y que llamaba a su nieta, Sonia, con insistencia y que no le contestaba, por lo que no sabía que está muerta. Su hijo, en cambio, que sufre una discapacidad mental aguda, no se da cuenta del drama que asoló a la familia.

La mujer sabe que se produjo el incendio pero desconoce el desenlace. Pese a que el médico le prescribió algún tranquilizante, la medicación no impide que Erundina se preocupe por lo que pasó y por dónde está el resto de su familia. En estos días de estancia en la residencia lalinense, la mujer pregunta con insistencia por su hija Carmen y por su nieta Sonia, requiriendo su presencia. A falta de ellas y de noticias, se vuelca en su hijo, que permanece a su lado en todo momento y con el que comparte habitación. El ruido de la lluvia intensa de estos días la sobresaltaba al confundirlo con el crepitar de las llamas de un incendio.

De noche se despierta y quiere tocar a su hijo para asegurarse de que permanece a su lado y se encuentra bien, como haría cualquier madre. En la residencia tratan de que Erundina y Manuel descansen, coman y se repongan. Algo que no es fácil, porque la mujer tiene momentos en los que se niega a probar bocado. Ayer, tal vez por la visita de algunos familiares más cercanos, se encontraba más tranquila y ya comía algo.

Hoy, el departamento de Servizos Sociais de Lalín estudiará el futuro de madre e hijo y su posible internamiento en algún centro donde puedan ser atendidos.