La medida no tendrá incidencias en la fluidez del tráfico, según el Concello
14 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Pontevedra será la primera ciudad gallega en limitar a 30 kilómetros por hora la velocidad del tráfico en todo su ámbito urbano, incluyendo las vías de acceso al casco.
La decisión política ya está tomada, ya ha sido comunicada a los agentes sociales y su aplicación efectiva se concretará en unos meses, cuando se ejecuten una serie de obras -a financiar por el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local- que pretenden contribuir a «calmar» el tráfico: básicamente, la instalación de pasos de peatones elevados en media docena de vías de entrada a la ciudad, igual que se ha hecho en los últimos años en diversas calles del casco urbano.
Buena acogida
El concejal responsable de Tráfico, Demetrio Gómez Junquera, se reunió ayer con entidades vecinales, asociaciones de taxistas, representantes del comercio local y empresas de ambulancias y de transportes para comunicarles el plan municipal, y obtuvo una buena acogida. «Ningún dos colectivos consultados dixo que lle pareza mal», aseguró el edil, que estuvo acompañado en la reunión por la vicepresidenta de Stop Accidentes, Jeanne Picard, una encendida defensora del modelo pontevedrés.
Y es que la finalidad de esta nueva medida es reducir la siniestralidad vial en las vías urbanas pontevedresas, que ya presentan en la actualidad unos datos verdaderamente envidiables para otras villas gallegas.
Solo 155 accidentes
Según las estadísticas del Ayuntamiento, las vías urbanas de Pontevedra registraron en el año 2009 un total de 155 accidentes de trafico, provocando daños personales a 181 personas. Sin embargo, lo más destacable es que solo 14 de esas personas precisaron asistencia hospitalaria y que 13 de esos heridos eran peatones o ciclistas. De los 155 accidentes, 49 fueron atropellos. Y de estos, en 45 tuvo la culpa el conductor y solo cuatro casos fueron achacables a una invasión de la calzada por parte del peatón. Con ello se demuestra, apunta Demetrio Gómez, «que os peóns son os axentes máis febles no sistema de tráfico, e son os que queremos protexer coa limitación da velocidade a 30 quilómetros por hora».
Una limitación que sigue los objetivos marcados en octubre pasado en Gijón, en el primer Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial, un acto organizado por la Dirección General de Tráfico y la Federación Española de Municipios y Provincias. El Concello de Pontevedra participó en dicho encuentro como invitado para explicar el modelo urbano aplicado en los últimos años, que ha llevado a una drástica reducción del número de accidentes.
Ese modelo, que se basa en la peatonalización del casco histórico y de buena parte del centro y en la implantación de la limitación a 30 kilómetros por hora en la práctica totalidad de las calles interiores de la ciudad, se verá ampliado ahora con la nueva medida que afectará a las vías de acceso.
Una vez adoptada la decisión política, cabe plantearse al menos dos dudas. La primera es cómo aceptarán los conductores la nueva limitación de velocidad en carreteras, algunas de ellas nacionales, para acceder a a la ciudad de Pontevedra. El Concello espera que bien. Demetrio Gómez lo explicó gráficamente: recorrer tres kilómetros a 60 por hora lleva seis minutos. Hacerlo a 30 por hora, nueve. «Unha diferenza de tres minutos non é nada se podemos mellorar a seguridade vial», valoró.
La segunda duda sobre esta reducción es cómo puede afectar la medida a la fluidez del tráfico, asunto ya complicado en la ciudad de Pontevedra. El concejal nacionalista lo tiene clarísimo: «A velocidade non afecta nin á fluidez nin á capacidade das vías para despachar o tráfico».