Santiago Rey dice que el diario ha hecho «la labor más importante contra el localismo en el periodismo de Galicia»
14 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.La edición de Santiago de La Voz de Galicia cumple cincuenta años informando día a día a los lectores de la capital y su entorno, así como al conjunto de los gallegos en aquellas cuestiones que trascienden al ámbito estrictamente local, siguiendo la vocación de servicio a la sociedad con que nació el diario en 1882.
Un diario que no solo es de referencia en la comunidad, sino que «ha hecho la labor más importante contra el localismo que jamás se ha llevado a cabo en la historia del periodismo gallego, y eso es un honor del que no nos bajamos ni nos apeamos, y que lo ponemos por bandera». Así lo manifestó el presidente de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, en la recepción oficial que el Ayuntamiento de Santiago brindó ayer al periódico con ocasión de este aniversario, que la cúpula directiva de la Corporación Voz celebró en la propia ciudad del Apóstol junto con los integrantes de la delegación compostelana.
En este reconocimiento institucional, que completó las felicitaciones que el pleno municipal dirigió el pasado 25 de junio al diario, el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, no solo se congratuló de que la delegación santiaguesa de La Voz de Galicia haya resistido «o paso do tempo», sino de que «medrase ata o punto de ser hoxe a delegación máis ampla e mellor dotada das que exercen o seu labor informativo na capital de Galicia», y de que esa evolución transcurriese «de xeito paralelo aos cambios e ao progreso da cidade».
Para el regidor, celebrar estos 50 años es también rendir homenaje «a unha ampla serie de bos profesionais que día a día soportan a inclemencia de ser notarios da vida, de traballar na procura do que máis interese poida espertar nos lectores». Unos profesionales a los que «amosamos a gratitude» por realizar su tarea desde «a honestidade e a coherencia, aínda que ás veces discrepemos», concedió el alcalde, para referir también que la sociedad «é plural e calidoscópica, e como tal a entendemos e asumimos desde os poderes públicos».
La celebración retrotrajo a Santiago Rey a sus años de universitario. El editor de La Voz estudiaba en la Universidade de Santiago cuando se abrió la delegación compostelana, para la que él mismo, junto con José Gándara, buscó un local. «Lo alquilamos porque entendimos que teníamos que estar aquí». La apertura de la delegación le brindó la «oportunidad imborrable de compartir mesa camilla con un ser genial, maravilloso, uno de los hombres cumbre de la historia de Galicia». Se refería Santiago Rey a Ramón Piñeiro, a quien citó junto con Domingo García-Sabell y una serie de catedráticos y personas «que trataban de influir en mí para que me hiciese cargo, moralmente se entiende, del sentido galleguista, que caló en mí de forma especial».
No se imaginaba entonces Santiago Rey Fernández-Latorre, reconoció, que «cincuenta años después estaría en este palacio dando las gracias a un homenaje al que se ha sumado toda la corporación». «Para mí es un orgullo, porque estas sumas son sinceras y no están forzadas». Un homenaje, concluyó tras agradecer las palabras del alcalde, que «hoy asumimos llenos de placer y orgullo».