Toneladas de basura invaden Poio

GALICIA

La turística villa de Combarro es la zona más perjudicada tras cuatro días de huelga, una situación que se agravará hoy con la celebración de la Festa do Mar

20 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Tras cuatro jornadas de huelga en el servicio de recogida de basura, un centenar de toneladas de desperdicios se acumulan en distintos puntos del municipio de Poio, según las estimaciones del alcalde, Luciano Sobral. Por el momento, la situación no pasa de ser un problema estético y de olor gracias a que la meteorología está ayudando: no hubo fuertes precipitaciones y las temperaturas no fueron muy altas.

Sin embargo, todos coinciden en que la situación se va a agravar a partir de hoy, sobre todo en Combarro. La villa turística es, junto con Raxó, A Caeira, Covelo y Lourido, uno de los puntos más perjudicados.

A los desperdicios generados por la celebración de la Festa do Mexilón el fin de semana y los cientos de turistas que diariamente visitan este entorno, se les sumarán, a partir de este mediodía, los que se originen con la Festa do Mar. «Combarro xa está con bastante basura. Quedan restos de marisco procedentes da Festa do Mexilón. É a parroquia máis perxudicada e a partir de mañán vai ser tremendo. Na Festa do Mar recollíase o lixo dous veces ao día e nos servizos mínimos púxose unha vez, pero xúntanse catro días sen recoller», advirtió en Radio Voz Pontevedra la teniente de alcalde de Poio, la socialista Consuelo Besada.

La situación de esta población ya ha generado el primer desencuentro entre trabajadores y Concello de Poio. Tal y como reseñó el responsable del sector limpieza de UGT, Juan Carlos Corredoira Barral, denunciaron al Ayuntamiento de Poio ante la Inspección de Traballo de Pontevedra al entender que se vulneró el derecho de huelga. «Vimos como traballaban uns barrendeiros e recollían basuras nas rúas de Combarro», precisó.

En este marco, Consuelo Besada, asumió ayer que, mientras no exista un riesgo sanitario, el Concello apenas tiene margen de maniobra «porque os traballadores teñen dereito á folga». En cualquier caso, manifestó ayer mismo, le habían remitido a la concesionaria del servicio el primer requerimiento para que se cumplan los servicios mínimos, circunstancia que se volverá a repetir hoy si los trabajadores mantienen que se trata de unos servicios excesivos e inasumibles.

Tanto Besada como Sobral son conscientes de que las posturas entre la empresa Cespa y la plantilla de Poio están muy alejadas. Es por ello que mantienen la esperanza de que, tras la reunión que se celebrará hoy en la sede compostelana del Consello de Relacións Laborais, se empiece a ver un poco más de luz al final del túnel.

Por otra parte, el bipartito sigue elaborando un informe en el que se recogerán los posibles riegos sanitarios y que, llegado el caso, será trasladado a las consellerías de Medio Ambiente y de Sanidade, para, de este modo, auspiciar una futura intervención municipal.

Criticas populares

Y como a río revuelto, ganancia de pescadores, el Partido Popular salió ayer a la palestra para achacar al bipartito la situación que está afectando a Poio, que empieza a verse desbordada por la basura. Y todo por haber sido «incapaces de desconvocar la huelga, como hicieron en Pontevedra».

El líder de la oposición, Javier Domínguez, mantiene que «no se puede permitir [...] que se tenga a los trabajadores con sueldos por debajo del convenio estatal y, lo más grave aún, que no tengan derecho ni a un día de permiso». Para los populares no cabe la menor duda, después de las recientes polémicas como consecuencia de la reforma de la carretera PO-308 o el realojo de familias gitanas de O Vao, de que están constatando que el municipio de Poio «ya les queda grande para gobernar» al BNG y al PSOE.

Y mientras, la basura desborda contenedores y se acumula en bolsas de toda clase en sus inmediaciones.