El tercer asalto a un taxista en A Coruña en menos de un mes genera una honda preocupación en el sector
GALICIA
Tres profesionales del taxi han sufrido atracos desde hace un mes en A Coruña. El último de ellos lo padeció Manuel Ben, un taxista de 52 años que vio cómo un individuo rodeó su cuello con una cadena metálica en la madrugada del pasado jueves, para robarle el dinero que llevaba encima. «Fueron unos 170 euros, que es lo que llevaba en el bolsillo de la camisa», explica el conductor.
El suceso ocurrió en la calle de Antonio Pedreira Ríos, situada en el barrio de Mariñeiros. Eran cerca de las tres y cuarto de la madrugada, cuando un joven delgado y «con buen aspecto» subió al taxi de Ben en la avenida de los Mallos. «Fue todo el rato en silencio, en la parte de atrás, no sospeché nada de él porque tenía buena pinta. Cuando llegamos al destino, paré donde están las casas de los marineros y me puso una cadena al cuello», relata. El taxista inmediatamente agarró la cadena: «Él tiraba y tiraba y para poder sacarla tuve que hacer mucha fuerza. Lo que me puso era la cadena de un perro».
En el forcejeo, que duró «unos diez minutos en una calle totalmente desierta», el atracador sujetó al taxista contra el reposacabezas sin que este pudiera moverse. «Me echó la mano al bolsillo de la camisa y me robó. Me cogió todo tan de improvisto, que no pude ni apagar el motor. Tiré del freno de mano, que si no nos íbamos por ahí»., asegura.
«Al final di un tirón y me quedé con la cadena en la mano», comenta Ben, a lo que añade que el hombre echó a correr y no lo pudo atrapar: «Aún tengo los dedos hinchados de coger la cadena. Me salvé por eso, que si no me mata», admite. La víctima afirma que casi se asfixió cuando lo presionaba con la cadena: «Era algo criminal, cuando me soltó toqué la alarma del taxi y vino la policía en cinco minutos».
Mamparas
El taxista reconoce que si hubiera tenido mamparas, no le hubiera ocurrido nada. De hecho, en breve contará con este sistema de protección. Como Manuel Ben, el sector del taxi ha recibido con inquietud estos hechos: «No hay pánico, pero todo el mundo anda con precaución, porque no sabes quién entra en el coche. Cada vez hay más delincuencia», dice Ben.
El pasado 16 de abril, el mismo delincuente intentó robar a otro taxista en el barrio de la Sagrada Familia. Fue con una cuerda y el atracador se dio a la fuga tras creer que había matado al conductor. Este terminó inconsciente. Diez días después, otro taxista fue atracado a punta de cuchillo camino de Cortiñán. En el trayecto, la Guardia Civil detuvo al delincuente.