La lluvia y la vigilancia dejan la cuesta de la Sal sin carreras ilegales

GALICIA

En ruta por la carretera N-VI

25 feb 2008 . Actualizado a las 11:49 h.

Ni motores rugiendo, ni acelerones, ni derrapes. La cuesta de la Sal, uno de los viales del municipio coruñés de Aranga más utilizados por algunos automovilistas para hacer carreras ilegales los fines de semana, estaba ayer totalmente desierta de estos arriesgados amantes de los ralis.

La lluvia que cayó durante el día y la vigilancia a la que la Guardia Civil la sometió la semana pasada en la zona espantaron a todos los conductores intrépidos, y ayer solamente transitaban por esta vía -con numerosas curvas y una gran pendiente- los vecinos de la zona o la gente que iba de paso.

Aunque en un principio se había anunciado un gran dispositivo de la Guardia Civil para evitar que se volvieran a organizar carreras ilegales, para el que incluso se habló de que un helicóptero sobrevolaría la carretera, solo una patrulla recorrió varias veces este tramo del municipio de Aranga. Según informó el agente encargado de efectuar la vigilancia en la zona, no estaba previsto que ayer se utilizase esta cuesta como un improvisado circuito de velocidad, puesto que la lluvia lo hacía más peligroso de lo que ya es en condiciones normales, y, además, los conductores que participan en estas carreras ilegales sabían que este vial iba a haber presencia policial. De hecho, este automóvil de la Guardia Civil recorrió la zona a lo largo de toda la tarde para cerciorarse de que, efectivamente, nadie se atrevía a correr más de lo debido. Además, en un momento dado, también pasó por esta carretera otra patrulla de Tráfico, que, sin querer, también contribuyó a reforzar este dispositivo de vigilancia y a espantar a aquellos pilotos que buscaban algo de emoción al bajar esta cuesta.

Batida

Esta imagen era muy distintas a la que se vivió la semana pasada, cuando la Guardia Civil identificó a 25 automovilistas que, previsiblemente, se disponían a participar en una carrera ilegal. En un principio, no se formuló ningún tipo de denuncia, y los agentes solo se limitaron a tomar los datos de los conductores y de sus turismos, para realizar un seguimiento.

Por su parte, los vecinos de la zona están cansados de denunciar que cada fin de semana esta cuesta se convierte en un circuito en el que «los jóvenes van como locos».