Mientras no se aprueben las ayudas, Touriño rehúsa valorar la ley que obligará a reparar estas propiedades

Luís Villamor

GALICIA

18 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El presidente de la Xunta se mostró ayer extremadamente cauto a la hora de comentar la ley que prepara la Consellería de Vivenda, que dirige la nacionalista Teresa Táboas, y que obligará al propietario de un inmueble a conservarlo y rehabilitarlo si estuviera seriamente deteriorado. Sobre todo si su «funcionalidade, seguridade, salubridade, ornato público e habitabilidade» se vieran comprometidas.

«Mentres non se aproben as axudas [las que percibirán los propietarios con rentas antiguas], que terán a súa tramitación, non vou entrar a valorar, teñen que pasar todos os trámites ata que sexa unha norma», afirmó Emilio Pérez Touriño, en referencia puntual a los trámites de carácter «económico».

El presidente del Gobierno gallego tampoco enjuició el hecho de que la ley pueda fijar en casos extremos la expropiación del inmueble si está vacío y el dueño hace oídos sordos a la normativa para restaurarlo. «Falarei desta norma cando sexa informada pola Consellería de Economía, pase todos os trámites e o presidente poda explicar eso», observó en este caso, para matizar que se trata de «un proxecto dunha consellería» y que «é bo que haxa debate e propostas».

Touriño, respecto a la polémica suscitada hace unos meses en Cataluña sobre la posibilidad de expropiación de viviendas por parte de la Generalitat, en determinadas condiciones, mantuvo el mismo registro de cautela. «Nada que decir, temos un modelo propio, que coincidirá ou non, xa veremos», precisó en torno al tratamiento de estos temas por parte del Gobierno tripartito.

En la ley que prepara la Consellería de Vivenda, los ayuntamientos serán los organismos competentes encargados de velar por el cumplimiento de la normativa.

En caso de no hacerlo los concellos o de mirar hacia otro lado, esta competencia la asumiría directamente la Xunta de Galicia, que, en cualquier caso, podría ejecutar la reparación de la vivienda a costa del propietario.