Hallan muertos y envenenados en Mazaricos a otros 4 perros en la primera jornada de caza

Xoán R. Alvite

GALICIA

23 oct 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Dieciséis perros muertos en Marín y cuatro en Mazaricos. Ese fue el negativo balance del inicio de la temporada de caza en Galicia. Si el pasado domingo trascendió a la luz pública el caso del coto de caza marinense en el que aparecieron muertos los canes probablemente por la ingestión de estricnina, ayer se supo que en Mazaricos se vivió ese mismo día una escena similar, aunque en este caso los animales supuestamente comieron trozos de chorizo impregnados de alguna sustancia tóxica. Otros dos perros se encuentran además en estado grave.

Estos hechos -similares a los ocurridos en el inicio de campañas anteriores- tuvieron lugar en un radio de unos 500 metros, en las inmediaciones de las aldeas de Campelo y Colúns, en Mazaricos. Tal y como señalan algunos aficionados que se encontraban en el lugar, los canes cayeron fulminados tras ingerir pedazos de carne colocados entre la maleza. «Eu mesmo vin como comían un anaco de chourizo, e incluso intentei sacarllo da boca, pero foi demasiado tarde», lamentaba Juan Antelo Casanova, dueño de uno de los animales muertos.

Los deportistas dicen estar asombrados por la capacidad mortífera de la sustancia, dada la rapidez con la que perecieron, al tiempo que no ocultan su preocupación por la posibilidad de que haya más cebos tóxicos esparcidos por el monte. «Un dos cans quedou inmóvil coma unha estatua -comenta otro de los afectados- e despois caeu fulminado nuns segundos sen que pudiésemos facer nada por salvalo. O veleno debe ser moi forte, e o que é peor, seguro que o monte está cheo del».

Las muerte de perros es uno de los múltiples sucesos desagradables que vienen sucediendo desde hace más de un lustro en los terrenos pertenecientes a las parroquias de Arcos y Colúns. En anteriores ocasiones hubo pinchazos intencionados en los coches de los cazadores, muertes a balazos de vacas y caballos e incluso enfrentamientos personales entre deportistas, que se dirimieron en los juzgados.

Los altercados en la zona se remontan al año 2000, cuando varios cazadores fueron expulsados de la Sociedad de Caza y Pesca El Halcón, la única existente hasta el momento en la zona, debido a su intención de formar una entidad propia y solicitar el aprovechamiento cinegético de una franja del monte Ruña. Hasta el momento, los deportistas escindidos no han conseguido la autorización para el nuevo coto si bien la decisión administrativa de la Xunta fue recurrida por los cazadores.

Por otra parte, Medio Ambiente explicó ayer que sus agentes forestales revisarán esta semana los montes de Marín en los que murieron envenenados dieciséis perros de caza. Los agentes también extremarán su vigilancia para retirar cualquier carnaza con veneno que todavía pueda quedar en la zona.