Dos colectivos, la Fundación Secretariado Gitano y la Asociación del Pueblo Gitano de Galicia, calificaron ayer de «discriminatoria» la reacción de los vecinos del lugar de Vilarchán, en Ponte Caldelas.
Santiago González, coordinador de Secretariado Gitano en Galicia, atribuyó la decisión de la comunidad de aguas a una «falta de información e de recoñecemento das necesidades das familias» procedentes de O Vao. «A súa reacción, se non estivese cargada de medo, estaría cargada de racismo», indicó.
El portavoz de la fundación indicó que la vía de la mediación con los vecinos de Vilarchán solo se intentará si la familia gitana mantiene su intención de instalarse en la casa que tenía apalabrada.
Por su parte, la Asociación del Pueblo Gitano afirmó que el acuerdo vecinal no tiene ningún fundamento al tratarse de «una familia trabajadora y honrada». Su presidente, Sinaí Jiménez, tiene previsto trasladar hoy la problemática al valedor do pobo, Benigno López. También señaló que han solicitado entrevistas con el presidente y el vicepresidente de la Xunta.
En cuanto a los dos grupos de la oposición en Ponte Caldelas, tanto PSOE como BNG cerraron filas con los vecinos y calificaron su reacción como «normal» y motivada por el «miedo» a que Vilarchán se convierta en un segundo O Vao, «coa inseguridade, delincuencia e drogas que podería acarrear», dijo el edil nacionalista Manuel Xesús Muíños.