El Gran Premio de Turquía supuso para todos los perseguidores de Lewis Hamilton un balón de oxígeno gracias al pinchazo que el inglés sufrió en el neumático delantero derecho. Es casualidad que siempre sea esa zona del monoplaza la que crea problemas al piloto británico de McLaren. Hamilton ya se estrelló violentamente en Alemania cuando se rompió la tuerca de la rueda delantera derecha que había quedado mal fijada en el cambio de neumáticos del repostaje. En Estambul la situación fue peor, aunque salvó los muebles, y poco a poco se van cumpliendo los pronósticos que hizo Fernando Alonso hace varias semanas: «Es imposible que todo le salga perfecto en una temporada entera. La mala suerte que he tenido yo, le afectará a él. La temporada es larga y en un momento u otro a todos nos pasa algo», aventuró el piloto español. Efectivamente, después de media campaña inmaculada, a Lewis Hamilton se le han empezado a torcer las cosas, aunque todavía conserva el liderato del Mundial.
McLaren está obligado a mejorar, especialmente en la arrancada. «Tenemos que dar otro empujón, y mejorar el sistema de salida», reconoció Alonso tras la prueba turca, ya que ahí se juegan media carrera y de poco sirve una buena calificación como la de Hamilton, saliendo segundo, cuando es rebasado por el tercero y Alonso se ve superado por los BMW, uno de los cuales también salía por la zona sucia de la pista.
Malos inicios
Alonso ha tenido que llegar a McLaren para realizar malas salidas en carrera. En su debut con la escudería inglesa, el asturiano perdió puestos en los metros iniciales por primera vez en tres años (en Australia, primera cita del año, partía segundo y se colocó cuarto en la primera curva). Trabajó para que no volviera a ocurrir y, en la siguiente cita, Malaisia, anuló la pole position de Massa y se colocó primero en la T1 para acabar ganando la carrera. Pero el pasado fin de semana volvió a recaer con el episodio de los dos BMW. El control de tracción, que desaparecerá la próxima temporada, está resultando tan vital este año como la calificación del sábado.
Tras Turquía, la clasificación se comprime, aunque no sólo entre Hamilton y el asturiano. Para alcanzar a Alonso, Raikkonen tendría que estar por delante del español en todas las carreras que restan, ya que los 10 puntos de ventaja a falta de cinco pruebas son una diferencia notable, aunque al ser cuatro los candidatos y estar tan igualados, se pueden dar multitud de combinaciones.
Gracias a la situación del campeonato se puede asistir a las carreras que faltan con mucho interés, porque el desarrollo de éstas es soporífero, como ocurrió en Estambul. Urge también que se tomen medidas para dar más emoción, como afirmó Briatore: «Yo pensé que los dirigentes de la F1 iban a aprender a hacer carreras emocionantes viendo las de GP2, especialmente las del domingo, que son al esprint, pero no aprenden y tenemos carreras aburridas».