Manuel Chaves se mantiene imbatible 18 años después de desembarcar en Andalucía. Aunque con suspense final, el candidato socialista revalidó ayer la mayoría absoluta, la tercera que consigue en las seis consultas autonómicas a las que se ha presentado. Como pronosticaban todos los sondeos, lo hizo sufriendo hasta el último momento, ya que fue perdiendo escaños a medida que avanzaba el escrutinio, y cuando se habían revisado el 96% de las papeletas se quedaba con 56 escaños, uno por encima de la frontera de la mayoría absoluta y cinco menos de los que tenía en la pasada legislatura.
Chaves es ya el decano de los presidentes autonómicos, y cuando concluya la legislatura que ahora comienza acumulará 22 años en el cargo, una longevidad que solo superan el catalán Jordi Pujol (23 años) y su correligionario Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que dirigió el Gobierno extremeño durante 25 años. Y en su carrera hacia el récord va dejando en su camino un reguero de derrotados. Ayer le tocó el turno nuevamente a Javier Arenas, que ya había perdido en 1994 y 1994, pese a que en su primer enfrentamiento se quedó a solo cuatro escaños del PSOE. El presidente del PP andaluz mejoró considerablemente los resultados que la actual alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, consiguió hace cuatro años. Arenas aprovechó la debacle de los andalucistas para crecer más de seis puntos porcentuales y diez escaños. E incluso consiguió derrotar a los socialistas en su circunscripción, Almería, la única provincia, junto con Málaga, en las que el PSOE no fue la lista más votada.
El candidato de Izquierda Unida, Diego Valderas, puede darse por satisfecho. Ha repetido milimétricamente los resultados de hace cuatro años, en un contexto difícil para su formación, que ha sufrido una severa caída en las elecciones generales. Y por fin, al tercer intento, ha logrado el acta de parlamentario en la cámara autonómica, que no había obtenido en los dos comicios anteriores. Aunque para lograrlo haya tenido que presentarse por Huelva y renunciar a Sevilla, una circunscripción que es poco menos que imposible para cualquiera que no sea socialista.
Y si no que se lo pregunten a Julián Álvarez, el candidato de Coalición Andalucista. Encabezó la lista por la capital hispalense y se quedó sin escaño. Y como el suyo volaron los otros cuatro que el Partido Andalucista tenía en la cámara. La coalición era en realidad un conglomerado de partidos de lo más variopintos pelajes, ya que reunía a los andalucistas históricos de Pedro Pacheco y de Alejandro Rojas Marcos con el ex ministro de Trabajo popular Manuel Pimentel y el antiguo líder de IU Luis Carlos Rejón. Una extraña amalgama política que ha pagado un alto precio y ha convertido en extraparlamentaria una fuerza, el PA, que hace solo cinco años gobernaba la comunidad en su calidad de socio minoritario de los socialistas.