En casos muy evidentes de violencia machista la sociedad se acaba preguntando por qué la mujer no denuncia a su agresor. María Teresa Gómez-Limón, perito forense del Juzgado Número 5 de Violencia contra la Mujer, cita el «síndrome de adaptación paradójica» para explicar los diez años de media que aguanta la víctima antes de presentar denuncia.
El lento cambio de comportamiento del agresor en la convivencia -junto con los «arrepentimientos» momentáneos del agresor, los hijos en común y la sensación de fracaso «personal» en la pareja, entre otros- hacen que «el maltrato llegue a parecerle norma» y que «muchas veces tiendan a justificar la conducta del maltratador y a atribuirla a factores ajenos a él», afirma Gómez-Limón.
La perito forense, y autora del libro «Quien bien te quiere no te hará llorar», afirma que lo mejor es que estas mujeres atrapadas en el síndrome puedan ver que ese «túnel tiene salida para quienes denuncian».