Alonso cierra su etapa en Defensa con un gran acuerdo para ampliar el contingente destinado en Afganistán
ESPAÑA
El ministro de Defensa en funciones, José Antonio Alonso, cerró ayer su gestión al frente de su departamento con una comparecencia en la que logró el apoyo de la mayoría de los grupos políticos a su decisión de ampliar con 36 nuevos miembros el contingente militar desplegado en Afganistán. Un día después de su designación como portavoz del PSOE en el Congreso, Alonso visitó la Cámara baja para pedir la ratificación a posteriori de este despliegue, que por razones de seguridad ordenó hace once días.
El todavía responsable de Defensa prometió a su llegada a la Cámara «mucho diálogo con todos los grupos políticos para buscar consenso en asuntos de Estado». Consenso que Alonso logró en gran medida durante su mandato en el ministerio, al conseguir que el PP y los nacionalistas catalanes y vascos apoyaran su política militar. Ayer también hubo acuerdo al aprobar la Diputación Permanente el despliegue por 45 votos a favor de los parlamentarios de PSOE, PP, CiU, PNV y CC; tres en contra, de IU y el BNG, y una abstención, de ERC.
Fue una comparecencia de trámite, en la que las únicas voces discordantes fueron las de los portavoces de IU y del BNG, Gaspar Llamazares y Francisco Rodríguez, que rechazan la participación española en la misión de Afganistán por considerar que los soldados cumplen allí una misión de guerra al servicio de Estados Unidos.
En su intervención, Alonso explicó que estos militares, que partieron hacia la base de Herat, en el oeste de Afganistán, el pasado 14 de marzo son un grupo de especialistas cuya misión será operar los cuatro aviones espía no tripulados recién comprados por el Gobierno a una empresa israelí. Su despliegue urgente, señaló, obedeció a que se trata de «elementos de seguridad para nuestras tropas».