Las vivencias de Benito Blanco, un lalinense de Alfonselle que emigró a Argentina y fundó la principal empresa comercializadora de bentonita del país sudamericano, Minera Patagónica, se recogen en un libro de Mariana Vicat que acaba de editar la Diputación pontevedresa.
De Lalín a Buenos Aires. Benito Blanco, un galego emprendedor, es, como dijo ayer el presidente de la institución provincial, Rafael Louzán, «unha homenaxe ña emigración, pois como é sabido, detrás de cada galego hai un labrego, un mariñeiro ou un emigrante».
El volumen hace un recorrido por la vida de Blanco desde su nacimiento en Lalín en 1931 y toma como punto de partida los testimonios de más de cincuenta personas, acompañados de más de mil fotografías. Según indicó el propio protagonista en la presentación del libro, los beneficios de las ventas irán destinados a la organización Unicef.
Para Blanco, la idea de emigrar no fue premeditada. Un día una tía instalada en Buenos Aires pidió a su familia que uno de los sobrinos se desplazase a la capital y, haciendo gala de su espíritu emprendedor, Benito se ofreció voluntario al viaje. Empezó a los 20 años como lavacopas, pero su visión para los negocios le llevó a convertirse en empresario de éxito. En la época de mayor apogeo, su empresa llegó a facturar más de 3.000 toneladas de bentonita por mes.