El enésimo ciclón ofensivo compensa la fragilidad atrás

JUAN VILLAR REDACCIÓN / LA VOZ

VIGO

Los celestes salvan puntos por cuarta vez en los minutos finales

31 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Celta tiene dos caras opuestas, como en la leyenda del Doctor Jekyll y Míster Hyde. Con el balón es un ciclón, sin él una hermanita de la caridad. Ayer se enfrentó a la horma de su zapato, otro equipo que tiene una enorme facilidad para marcar goles, pero en defensa parece de mantequilla. Hubo cinco goles en el partido pero pudieron ser tranquilamente una docena repartida entre las dos porterías.

Para estar arriba y conseguir el ascenso es muy positivo tener tanta pólvora como atesora la plantilla celeste, pero hay que compensarlo con una mayor seguridad defensiva, porque de lo contrario se van a quedar muchos puntos por el camino. Ayer tocó cara, y el Celta se embolsó el premio máximo.

No es la primera vez que el Celta rescata un partido destapando su ciclón de fútbol ofensivo. Ya había ocurrido en Huelva, contra el Valladolid en casa y en Xerez. En todos estos encuentros, el equipo de Herrera salvó puntos en la recta final tras un vendaval de ocasiones. Todos tienen un denominador común: Herrera hace cambios de carácter ofensivo y en los minutos finales llega el premio, después de haber pasado por una fase mala de juego antes de la reacción.

Situaciones repetidas

En Huelva había sido en el minuto 86 cuando también Iago Aspas había empujado un pase de De Lucas para poner el 1-2 definitivo. Ante el Valladolid en Balaídos Javi Guerra había adelantado a los castellanos ya en la segunda mitad, y la perseverancia acabó con el tanto de falta directa de Orellana en el minuto 94. Reciente está el recuerdo de Xerez, donde los celestes perdían por 3-1 y acabaron empatando con tantos de Aspas (84) y Catalá (92). Si el partido hubiese durado más lo habría ganado el Celta.

La pregunta es si el equipo celeste sería capaz de mantener este ritmo de juego que le imprime cuando lo necesita durante una fase más amplia de los partidos. Probablemente no, y seguramente lo más sensato sea tener un mayor control del juego y buscar soluciones para no pasarlo tan mal sin el balón impidiendo que los rivales tengan tantas ocasiones.

El problema atrás

Y es que lo cierto es que ayer la defensa dio muchas facilidades. Las jugadas como la del primer gol del Villarreal le han creado muchos disgustos a los célticos esta temporada. Ya había habido más de una acción similar antes de que llegase ese primer tanto. El Celta sufre cuando el otro equipo realiza un cambio de orientación hacia la banda contraria a la que se desarrolla el juego y desde allí manda con mucha facilidad centros al área. En el juego aéreo los vigueses siguen sufriendo.

Y los centrales no estuvieron ayer especialmente acertados. Joselu y Airam les ganaron las espaldas en bastantes ocasiones, y en una de ellas llegó el segundo tanto tras un falló en el despeje de Catalá.