El equipo coruñés levanta pese a su poco fútbol el gol inicial de Nieto con la ambición de Riki y la aparición de Saúl en el segundo tiempo.
31 oct 2011 . Actualizado a las 19:54 h.Las victorias sirven, entre otras cosas, para maquillar las malas sensaciones que dejan los partidos. Pocas cumplirán esta máxima como la del Deportivo sobre el Girona, tras 90 minutos de planicie en los que el conjunto coruñés no supo imponer la categoría que se le presupone, aunque consiguiera remontar el tanto incial de Nieto. Los de Oltra, una vez más escasos de creación y toque para llevar el peso, volvieron a conceder un gol tempranero que le obligó a remar en contra, y sólo la intensidad de Riki y el surgimiento de Saúl desde el banquillo elevaron el tono del Dépor, que no acallólas dudas a pesar de sumar tres puntos.
Con Riazor empezando a despertar del idilio que vivía con su equipo a pesar del descenso, mosqueado por lo poco que le ofrece el equipo sobre todo lejos de su feudo, el Deportivo dejó más motivos para la preocupación que para la ilusión, independientemente de cuál fuera el resultado final. Huérfano de juego y dando los peores síntomas de cara a la grada, los de la falta de intensidad, el conjunto coruñés se dejó sorprender por un rival menor, justo de calidad y reservando aún encima a tres de sus mejores futbolistas de inicio. El Girona, sin Moha, Jandro ni Tortolero, jugó a placer durante un cuarto de hora, se adelantó en el marcador y después miró desde cerca la impotencia futbolística del Dépor. Sólo sus propios errores se empeñaron en meter al conjunto blanquiazul en el partido.
Dani Nieto, que ya amargó a Riazor en el duelo de Copa, le hizo un traje a Laure en el primer tiempo y además de marcar un buen gol tras combinar con Saizar, desnudó las debilidades defensivas de una zaga descoordinada y un punto lenta, sufridora de más ante este tipo de jugadores habilidosos e inquietos entre líneas. Poco más expuso el Girona, en el que ni siquiera Corominas apareció. Tras el gol y un par de sustos más de Nieto, el Girona se echó atrás y esperó a ver qué proponía el Dépor, el teórico candidato a todo. El resultado fue paupérrimo. Jesús Vázquez y Bergantiños no tejieron y las bandas desaparecieron. Guardado intervino poco y Salomão demostró no estar al cien por cien. Riki pidió un agarrón en el área antes de que el meta Santamaría dejase suelto un balón teóricamente fácil. Así de tranquilo vivía el Girona hasta que Luso entregaba mal en plena salida de su equipo. La pelota cayó en los mejores pies posibles, los de Valerón. Tocó de primeras el Flaco para Riki, que maniobró bien y chutó con violencia para empatar.
El premio fue tan excesivo para el Dépor que ni subiéndose a la ola de alivio del gol el equipo coruñés mejoró sus constantes. Dominó la pelota porque así lo quiso el Girona, pero apenas creó algo potable con ella de ahí al descanso. Oltra debió pegar alguna voz en el vestuario porque los suyos pusieron una velocidad más, que no pericia, en el segundo tiempo. La movilidad de Riki fue la mejor noticia para el Dépor, y el de Aranjuez pudo marcar a los 52 minutos tras otro balón suelto que imantó Valerón en zona peligrosa. Esta vez Riki falló, pero el Girona sintió el golpe y ya cedió todo el terreno. Oltra introdujo a Saúl por el menguado Salomão, y el partido se convirtió en un monólogo.
Jesús Vázquez encontró el larguero a la salida de un córner lanzado por el asturiano y entre los dos fabricaron la remontada. Saúl, que por fin comienza a responder a su fama de extremo que le llevó al Dépor, puso la comba desde la banda, Guardado quiso buscar de cabeza a Riki pero la pelota acabó rechazada en la frontal, donde Jesús asistió a Lassad para que el tunecino aumentase su inquina contra el Girona. Ya le hizo tres goles en Copa el delantero, cuestionado en las últimas jornadas. Pudo ampliar poco después su cuenta, pero Santamaría atrapó el disparo que ponía fin a una jugada individual. Juan Domínguez reforzó el centro del campo por el agotado Riki, y Saúl impulsó el gol de la sentencia. Su gran centro lo remató al palo Guardado, y Laure acabó empujando el tercero a trompicones.
Riazor se reconciliaba al menos con el resultado del Dépor, que sin embargo le quiso dar un poco de emoción a los minutos finales. Ayoze cometió penalti sobre Corominas, que marcó desde los once metros. Otro susto para un Dépor que encaja demasiados goles y se ve obligado a marcar más de los que su fútbol está generando.
0-1, min 4: Dani Nieto. 1-1, min 27: Riki. 2-1, min 72: Lassad. 3-1, min 84: Laure. 3-2, min 86: Corominas, de penalti.
Dépor: Aranzubía; Laure, Colotto, Aythami, Ayoze; Jesús Vázquez, Álex Bergantiños (Lassad, min 66); Salomão (Saúl, min 57), Guardado, Valerón; Riki (Juan Domínguez, min 79).
Girona: Santamaría; Migue, Richy (Tortolero, min 46), Luso (Benja, min 72), David García; Tébar, Dorca; Saizar, Juanlu, Nieto (Moha, min 59); Corominas.
Arbitro: Lesma López, del colegio madrileño. Mostró tarjeta amarilla a David García (min.22) y a Tortolero (min.47), por parte del Girona; y a Ayoze (min.86), por parte del Deportivo.