Un gladiador en Pasarón

nino soto PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Dani Pendín, operado del pómulo, probará en breve su casco de protección

30 mar 2011 . Actualizado a las 19:56 h.

Solo han pasado 21 días desde que Dani Pendín fue intervenido quirúrgicamente del pómulo, pero el argentino corre por la banda en Príncipe Felipe. Entrena al margen del grupo, aunque acelera para estar disponible de cara a la convocatoria del fin de semana.

Y parte de sus esperanzas se dilucidarán esta mañana cuando acuda a su cita médica en el Hospital Domínguez. El cirujano plástico Diego Murrillo determinará si el hueso de la cara del argentino está soldado, diagnóstico que le permitiría trabajar con el resto de sus compañeros en estos delicados momentos deportivos.

A Dani Pendín le advirtieron de que la recuperación se prolongaría al menos durante un mes, aunque el futbolista hace cálculos y afirma que el domingo, día del partido contra el Cacereño, habrán transcurrido 26 días. «Solo hay unos días de diferencia, por lo tanto me imagino que estaré bien», detalló ayer Dani Pendín.

El argentino calienta y está a la espera de probar el casco que le protegerá la cara. El aparato ortopédico lo elabora la clínica Ortosalnés de Vilagarcía. «Es posible que mañana (por hoy) esté finalizada y el jugador la pueda probar», señalaron desde el negocio arousano. «Será como una especie de casco de gladiador». Y Dani Pendín no es ajeno a este tipo de mecanismos. Hace un año le fracturaron de un golpe en Burgos la mandíbula, el pómulo y otro hueso de la cara. «Utilicé la máscara en un partido y en el segundo ya me la quité», bromea el centrocampista argentino.

Sí asume que la protección le será molesta. «No pasa nada la protección no es cómoda, pero lo cierto es que hay que usarla para proteger la zona», indicó Pendín. «Si puedo jugar con ella, que es lo importante, mucho mejor».

Para Dani Pendín el de hoy es un día muy importante. «Espero buenas noticas, además viendo al equipo co tantas bajas y sanciones», apuntó. El argentino curiosamente compartió habitación en el hospital con Fran Amado cuando fue operado el 8 de marzo. Explicó que el posoperatorio «fue muy duro y doloroso». El argentino precisó que apenas podía abrir la boca, no salía a la calle y tampoco podía ducharse.

«Tuve una sonda de drenaje que me lo hizo pasar francamente mal», manifestó.

Todo cambió cuando días más tarde, el equipo médico le retiró la sonda. «Fue menos el dolor y también redujeron los antibióticos». Dani Pendín destacó, gesticulando, que la máscara de protección que tendrá que poner si quiere jugar «se apoya en la frente y pómulo para cubrir toda la zona».

Está impaciente, sobre todo, para analizar el alcance de su visión, «ya que puedes ver lo mismo sin nada delante que con una máscara encima. Eso ahora mismo es inevitable», matizó.

El argentino afirma que aunque sea molesto, lo crucial es protegerse

para poder jugar