Mimi no estará hoy en el partido del Palau Blaugrana
30 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Las opciones que le restan al Azkar de continuar en la Copa del Rey son prácticamente nulas. Por eso, el partido de vuelta de las semifinales que hoy les enfrenta al Barcelona es visto como una oportunidad para crecer como conjunto, para que los menos habituales dispongan de minutos de ritmo competitivo del más alto nivel. Se busca ofrecer una buena imagen, dar la cara ante los catalanes, a los que ganaron en Liga. La cita, a las nueve de la noche en el Palau Blaugrana.
Bruno García, técnico de los lucenses, explica lo que busca en el encuentro: «Seguir mejorando como equipo», ante un duelo que les puede ofrecer «experiencias didácticas muy buenas». «Para jugadores como Antonio, Guerra, Míguez o Rafa, verse en semifinales ante un Barça, les otorgará minutos de calidad muy alta, siempre que se interioricen bien».
Todos son conscientes de que el 2-9 del encuentro de la pasada semana en el Municipal dinamitó cualquier esperanza para los lucenses. «Por lo que sea, la eliminatoria quedó muy decantada», como indicó Bruno. Entonces, los azulgranas estuvieron muy por encima. «Sobre todo, en la contundencia. Es difícil plantearse un marcador igualado, a ese nivel hay que pensar que es difícil. Pero tenemos que pensar cómo mejorar ante un equipo que se nos presenta con esa línea de juego. Ahora mismo es el mejor Barça que vi», resaltó.
Sin el capitán
No estará el capitán, Mimi, que sufre una contractura en el muslo. Tampoco participará Gil, aún en proceso de recuperación. Pero Bruno repartirá minutos entre todos sus jugadores disponibles, como dejó claro ayer. En el Barça serán baja Ari y Lin.
Entre ellos, Antonio, que en el último partido de Liga, contra el Talavera, no tuvo ocasión de saltar a la cancha. Para él, el encuentro de esta noche, pese a que el sueño de meterse en la final sea una quimera, es una oportunidad. Y afirma: «Enfrentarse a jugadores de tanto nivel siempre te ayuda a mejorar y hay que aprovechar al máximo los minutos que se tengan para convencer al míster».