El pívot del Obra firmó su actuación más completa en Ourense
04 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La Liga ACB todavía recuerda la mejor versión de Michael Ruffin, actual pívot del Obradoiro, cuando llegó al Lleida Básquet procedente de los Philadelphia 76ers, uno de los seis equipos en los que militó en la NBA. Aquella temporada 2003-04, la afición ilerdense lo bautizó con el sobrenombre de Ministro de Defensa supliendo el apodo Big Hustle (Gran Empujón, traducción literal; Machacón, coloquialmente) que tenía en la liga profesional americana.
El actual Ruffin va recuperando paulatinamente aquella versión y cada semana que pasa mejora su rendimiento dentro del conjunto santiagués. El miércoles, en Ourense, firmó su mejor actuación de la temporada, que además fue fundamental para la victoria obradoirista ante el COB. «Hizo un papelón, tuvo una actuación magnífica», subrayó Moncho Fernández.
Fue el autor de ocho puntos (2/2 tiros de dos y 4/4 tiros libres), 10 rebotes (3 ofensivos en los momentos finales del partido), 2 tapones y una recuperación, la que impidió al COB empatar o ganar el partido en la última posesión. Un expediente que le reportó ser el jugador más valorado del Obra, y solo superado por el ourensanista Salva Arco en ese derbi disputado en el Pabellón Paco Paz.
El pívot de Denver, tan grande y duro en la pista como amable y accesible fuera de ella, agradece las palabras del coach y los parabienes de sus compañeros, restando importancia a su actuación: «Soy jugador de conjunto e intento hacer mi trabajo dentro del grupo, todo el mundo hizo su labor para poder ganar». Sobre la victoria en Ourense comenta que «el COB desplegó un juego muy físico, impidiéndonos tener fluidez en ataque y poniéndonos en muchísimos problemas. Al final encontramos la forma de atacar, generando buenas posiciones con tiros importantes de Feliú, Bulfoni y Kendall que nos sirvieron para ganar». Hasta hace un par de semanas se conocían algunas de sus virtudes: gran reboteador, intimidador, bloqueador, fajador, defensor... Poco a poco, gracias a una planificación física específica, empieza a encontrar su mejor estado, ahuyentando los fantasmas de la grave lesión de rodilla que tuvo hace un año, y comienza a aportar puntos.
Michael Ruffin tiene sus limitaciones ofensivas, no alcanza la capacidad resolutiva de Bernard Hopkins, Oriol Junyent o Levon Kendall, los otros pívots del equipo, pero es capaz de anotar en balones doblados o a través del rebote ofensivo. El cuerpo técnico del Obradoiro está convencido de que Big Hustle irá aportando resultados tangibles a los intangibles que contribuye en cada partido.
Ruffin se destapó ante el COB, victoria dedicada a su sexto hijo, el compostelano Gabriel Elías, nacido el lunes, a su mujer Mistye y a sus otros cinco descendientes: Deionte, Milaya, Javon (nacido en Lérida), Kalea y Zathan.