Aunque los dos máximos goleadores del Celta son David Rodríguez y De Lucas, con veinte tantos entre ambos, otros futbolistas convierten al equipo vigués en uno de los más realizadores de la categoría, y entre ellos destacan varios gallegos.
Con los dos de ayer, los celestes suman 16 dianas con firma folclórica regional. Los autores de los tantos del Nou Estadi sumaron el tercero en sus respectivas cuentas particulares. Roberto Lago ya había marcado al Alcorcón y al Numancia en Balaídos, mientras que Aspas lo había logrado ante el Villarreal B y el Granada.
En el caso del moañés el mérito está en que está disfrutando de muy pocos minutos, pero los está aprovechando. «Dijo el míster que confiaba en toda la plantilla y no quería traer a ningún fichaje y lo ha demostrado sacando a jugadores que no salimos habitualmente, y hemos rendido».
En el gol vio claro el remate: «Estaba esperando el pase de Rober (Trashorras), y ya tenía en la cabeza el disparo antes de que me llegase la pelota». Ya podía haber marcado antes: «Fue un rebote que he querido asegurar y me salió despacio, por lo que llego el portero».
Destaca que se entendió bien con De Lucas. «Era la primera vez que jugaba con él arriba desde el principio y hemos tenido ocasiones en la primera parte. En la segunda nos vinimos atrás». Sabe que no tendrá fácil seguir siendo titular pero seguirá trabajando para ello.
Más extraño es el caso de Roberto Lago, que desde que subió al primer equipo nunca había pasado de un gol por temporada. Esta ya suma tres. Lo explica diciendo que «en este sistema los laterales nos vamos más arriba en algunos partidos y tenemos la ocasión de rematar». Él mismo se sorprende con su acierto en el remate: «No tengo muchas, y otros años no me entran, pero parece que las que tengo van dentro, quizás por el buen momento del equipo, que te sale todo».
Dos de sus tres goles fueron pases de De Lucas. «Ya se lo he dicho. Tiene buena visión de juego y sabe lo que hace. Aporta mucho», destaca el lateral.
En el tanto de ayer Lago se pegó una carrera de más de ochenta metros para salir desde su propia área y llegar al remate. «Vi que De Lucas salía con el balón en velocidad y me fui echando un esprint, vi el ángulo y me salió bien», explica el jugador vigués».