El Columbia ilumina la noche sevillana

Mariluz Ferreiro REDACCIÓN/LA VOZ.

DEPORTES

Ganó la crono para situar a Cavendish como líder y el Xacobeo fue duodécimo.

29 ago 2010 . Actualizado a las 04:38 h.

El británico Mark Cavendish se vistió de rojo en Sevilla. Estrenó el maillot diseñado por Custo para el 75 aniversario de la Vuelta. Fue el primer hombre que cruzó la meta de los nueve integrantes del Columbia, la formación que venció en la crono por equipos que abrió esta edición. La carrera comenzó con trece kilómetros sembrados de público en los que pequeños pelotones rompieron la oscuridad para envolver la Maestranza, serpentearon bajo los tirantes del Puente del Alamillo y se pusieron a los pies de la Torre del Oro.

«Con este calor se agradece correr de noche, es una tregua», señalaban los corredores en la meta. Pero los más satisfechos eran los ciclista del Columbia, con un tiempo de 14.06. «Van todo el día tirando del carro para preparar llegadas masivas. Para ellos esto ha sido como un esprint largo», dijo Gustavo César Veloso, el especialista del Xacobeo. La formación de Ezequiel Mosquera llegó compacta y firmó un tiempo de 14.32 para acabar en el puesto doce, a solo un segundo del Caisse d'Epargne y a 26 de los ganadores.

«Estuvo bien. La noche no nos confundió», bromeó Veloso. «Fue una crono de coordinación más que de fuerza, había que entrar y salir bien de las curvas. No perdimos mucho tiempo con los rivales de Eze y con respecto a algunos, como Menchov, incluso hemos sacado diferencias», explicó el arousano. Precisamente Menchov fue el favorito que más tiempo se dejó en las calles sevillanas, porque el Rabobank defraudó. Aunque también decepcionó el Saxo Bank de los Schleck y Cancellara, más desordenado de la cuenta. El Euskaltel finalizó con lo justo, cinco corredores. Y Nibali marcó terreno con el sorprendente segundo puesto del Liquigas.

La jornada

La etapa de hoy unirá Alcalá de Guadaíra y Marbella tras 173,7 kilómetros. Aunque se trata de un perfil rompepiernas . La cuestión es cómo responderán los cuerpos tras el entrante nocturno.