Poca recompensa para tanto esfuerzo

David Moldes VIGO/LAVOZ.

VIGO

La falta de pegada fue lo más preocupante de un partido en el que los vigueses demostraron que si mejoran en algunos detalles podrian luchar por el ascenso

29 ago 2010 . Actualizado a las 03:23 h.

El nuevo Celta de Paco Herrera mostró ayer cuáles van a ser sus armas esta temporada. Será un equipo muy ofensivo, de mucho toque, rápido, por eso a poco que mejore su puntería puede dar muchas tardes de alegría en Balaídos.

Pero del choque ante el filial del Barcelona también se puede sacar otra lectura y no tan positiva. El equipo necesita mejorar defensivamente si no quiere sufrir. Ayer, ante unos jóvenes muy buenos pero inexpertos, la zaga celeste quedó en evidencia en varias fases del encuentro. Los errores atrás y la falta de pegada fueron determinantes. Buenas sensaciones pero con matices.

De Lucas será el timón

El futbolista catalán demostró ayer que está listo para asumir los galones. Fue el fichaje estrella y en su primer partido demostró que, junto a Trashorras, será una pieza indiscutible en este nuevo Celta. Ofreció su mejor versión y Balaídos disfrutó con su calidad. De sus botas nacieron casi todas las ocasiones de gol de los vigueses. En la segunda parte acusó el desgaste físico y Herrera lo sustituyó. Su equipo se resintió en la creación.

Falló la puntería

Los primeros veinte minutos del Celta fueron espectaculares. El equipo de Paco Herrera fue por momentos un ciclón que arrasó todo lo que se encontró por delante. El contraataque funcionó de maravilla. Quique de Lucas y Trashorras destacaron en la creación. Alex López y López Garai dieron equilibrio. Solo falló la finalización. David Rodríguez, pese a su gol, erró numerosas ocasiones. Papadopoulos sigue negado. Trashorras y De Lucas tampoco tuvieron su mejor día en la finalización.

La presión dejó dudas

El Celta tenía la lección bien aprendida. Sabía que ahogando a la defensa azulgrana el equipo de Luís Enrique sufriría. La línea atacante lo hizo bien, pero la defensa no acompañó en la presión y el equipo se rompió varias veces dejando mucho espacio entre líneas. Eso facilitó varios uno contra uno que el Barça B no aprovechó, especialmente el extremo Jonathan Soriano. Otro equipo con más veteranía igual no perdona. Herrera se dio cuenta y no dejó de corregir a su línea defensiva.

El riesgo de los laterales

Ante la preocupante falta de pegada que tuvo el equipo la pasada temporada, la dirección deportiva arriesgó y se gastó el escaso dinero que manejaba en reforzar la línea de ataque. En verano salieron el portugués Vasco Fernandes y el brasileño Pedro Botelho y no se fichó a ningún lateral. Herrera tendrá que jugársela con Hugo Mallo y Roberto Lago o desplazar al último fichaje, Ander Murillo, a la banda. La otra solución, pero parece poco probable, es tirar de los canteranos Víctor Vázquez o Víctor Fernández. Ayer tanto Mallo como Lago sufrieron bastante y apenas se incorporaron al ataque. Fue un primer aviso. La temporada es muy larga y el equipo puede cojear en esos puestos.

La estrategia defensiva

Fue uno de los lastres del equipo de Eusebio la pasada temporada. Ayer en el arranque del partido el filial azulgrana volvió a crear peligro en la estrategia, sobre todo en los saques de esquina. No fue demasiado pero se debe tomar nota porque en Segunda hay muchos equipos que explotan a la perfección este juego.

Un once sorprendente

Paco Herrera sorprendió a casi todos con su alineación. Demostró que confía mucho en Alex López y apostó por la veteranía de Papadopoulos en vez de Aspas o Joan Tomás. Empezó con un 4-4-2 y en la segunda parte, tras el cambio de Joan Tomás por Trashorras, pasó al 4-2-3-1. La entrada de Dani Abalo le dio más profundidad al equipo en la banda derecha. El extremo fue un puñal pero el equipo no supo aprovechar sus internadas.