El optimismo de Lotina

DEPORTES

29 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Existe expectación por conocer de verdad el calado del nuevo Dépor. Numerosas caras nuevas, fichajes de coste cero, jugadores de rendimiento desconocido con un denominador común en su mayoría: ganas de crecer.

La pretemporada no ha sido buena en resultados ni en juego. Decir otra cosa es engañarse. El Dépor sigue sin goleadores, pendiente de que Adrián abandone la infancia futbolística y de una vez por todas demuestre que ya es un hombre en estas lides del balompié; y también pendientes de que otros como Lassad abandonen la etiqueta de eterno convaleciente.

Pero mientras no aparecen goleadores, convendría apuntalar el sistema defensivo blanquiazul. O funciona la zaga o habrá un grave problema. A lo largo de este tiempo de preparación, Lotina ha dicho que su equipo está capacitado para jugar al fútbol. Que las llegadas de Míchel, Saúl y Rubén Pérez, más la presencia del emergente Juan Domínguez, darán a su grupo más posesión de balón y posibilidades de juego.

Este discurso de Lotina, que gusta al aficionado, no es la primera vez que sale de la boca del míster. En su primera campaña en Riazor reiteró una y otra vez que «jugar al fútbol» era algo «irrenunciable». Lotina no tuvo más remedio que variar el rumbo en aquella Liga, que tuvo una primera etapa angustiosa, hasta que echó mano de una defensa de cinco. Y desde entonces, la clave de los buenos momentos del Deportivo ha sido casi siempre su impermeabilidad ante el rival. Algo normal, si se tiene en cuenta el verdadero potencial de las plantillas de que ha dispuesto el vasco.

Toca preguntarse, pues, si el ideario de Lotina es fruto de su encomiable y eterno optimismo o del profundo conocimiento de su plantel. Habrá que suponer que lo segundo. Así como que habrá trabajado lo suficiente el esquema defensivo y que piezas importantes como los laterales estarán a un buen nivel. A partir de ahí, quizá se pueda construir ese Dépor de posesión. Ojalá.