La pretemporada no permitió ver muchas cualidades de este Celta porque jugaron ante rivales inferiores y contra los dos equipos fuertes cayeron. Con Paco Herrera el equipo está ganando en intensidad. Es un buen entrenador, pero necesita tiempo para conjuntar el bloque. Creo que el cambio en el banquillo ha sido acertado porque Eusebio no sabía competir, algo que en Segunda División es fundamental. Otro de los aspectos que me gustan de Herrera es que parece que utilizará un sistema u otro dependiendo del rival, ya que el Celta no es un grande para jugar siempre igual, como pensaba el técnico anterior.
Respecto al tema de altas y bajas, el club vigués se preocupó más por vender que por invertir en fichajes. Todas las incorporaciones llegaron a coste cero, a excepción de David Rodríguez, y para un equipo que busca el ascenso no es la inversión adecuada. Además, si como parece el conjunto va a girar en torno a Trashorras, en una posición más retrasada de lo habitual, de su adaptación a ese puesto dependerá el rendimiento colectivo. Para retornar a Primera necesita hacer las cosas muy bien.
Viendo la configuración de la plantilla, el Celta arriesga demasiado dejando a los laterales sin recambios de garantías. En el resto de posiciones, el técnico cuenta con opciones suficientes, aunque en el medio sigo echando de menos a un pivote más creativo. Otra incógnita es saber si David Rodríguez y Papadopoulos serán capaces de mejores sus pobres registros goleadores del pasado año.