Lotina fue contundente en la sala de prensa. Su equipo no le gustó nada, especialmente en el primer tiempo. De hecho, en el descanso, en la caseta, hubo lotitina a los blanquiazules: «Les he dicho que hay muchísimos futbolistas que se tiran jugando quince años y no juegan en Primera». Respondió así cuando le preguntaron si a su equipo le había faltado motivación: «Nos estamos jugando cosas, muchas cosas, un partido de Primera no se juega por jugar».
Las virtudes que tuvo el Dépor en su magnífica primera vuelta se han disipado. El equipo jugaba entonces con gran intensidad, concentrado, en permanente alerta defensiva. Ya no. ««Hay que jugar con toda la tensión. Nosotros, si no jugamos muy metidos, somos un individualmente normales y como equipo también».
En la primera mitad, el equipo dio «muchas facilidades», según el técnico deportivista. «Cuando recibía Valerón había peligro, pero la presión de Osasuna nos ha hecho daño. Hemos estado demasiado parados y nos han hecho goles fáciles». Lamentó especialmente el primero, porque «teníamos el partido bien estudiado» y se les había advertido a los jugadores sobre las entradas por la derecha de Aranda. Pero este jugador osasunista se «fue por banda pese a lo que habíamos hablado» en el primer tanto de los rojillos.
En la segunda mitad, vio a su equipo mejorado: «Hemos estado mejor con balón frente a un Osasuna con más peso, más cansado. Hemos movido de un lado hacia otro, pero nos ha faltado profundidad». «Hemos sacado a Lassad para tener más profundidad y a Sergio para tener más balón, pero ha habido parones en el juego y el partido ha ido transcurriendo sin verse mucha cosa, ha sido más aguantar el frío que otra cosa», añadió. Quizá todo hubiese cambiado si hubiese llegado el 3-2 «en la única ocasión que hemos tenido», el cabezazo de Lopo al larguero.
El técnico deportivista, que lo fue en su día del conjunto pamplonica, no restó méritos al rival: «Ha estado bien. Sobre todo, ha estado acertado. Le ha metido ritmo, le ha metido intensidad, se le ha notado que se estaba jugando la permanencia. Además, se escuchaban gritos cada vez que había un gol favorable en otro campo y eso al jugador le motiva».