Un nuevo escalofrío sacude al Dépor

DEPORTES

El fabrilista se lesionó de forma fortuita mientras disputaba como jugador de campo un partidillo

30 mar 2010 . Actualizado a las 15:24 h.

Las lesiones no cesan en el Dépor. En esta temporada aciaga parece coleccionarlas a pares. Durante el entrenamiento de ayer Marcos Valín, guardameta del Fabril, habitual en los entrenamientos de la primera plantilla y suplente de Manu contra el Getafe, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Se trata de la misma dolencia que sufrió Angulo el pasado mes de noviembre, en el transcurso del partido de Copa contra el Murcia, aunque al colombiano le dañó la pierna izquierda. Además, Valín tiene afectado el menisco externo.

El incidente sucedió muy rápido, para sorpresa de todos y en el día más imprevisto. Con los titulares de baño y masaje, solo era la primera sesión de la semana para los que no habían saltado al césped. Este era el caso del portero, quien disputaba uno de los típicos partidillos con que finalizan los entrenamientos deportivistas como jugador de campo. No había suficientes, y con Aranzubia y Manu bajo palos, el lucense, nacido en Guntín hace 22 años, corría detrás de Iván Pérez, que llevaba el balón, con el fin de presionarle.

Él solo se lesionó. Quizá un mal giro en su afán por alcanzar al habilidoso mediapunta, quizá un inesperado resbalón debido al césped mojado por los sucesivos aguaceros... Cayó al suelo y no tardaron en acudir sus compañeros alarmados por sus gritos de dolor.

Luego muchos se referirían al chasquido previo que todos escucharon y que, eso temían, procedía de la rodilla del futbolista. «De lo fuerte que se oyó era como un estallido», repetía alguno, aún sobrecogido por la escena. De inmediato, una nube de jugadores y hasta Filipe, que se entrenaba en un campo anexo, se acercaron a socorrerle. El preparador de porteros Sambade, el médico Lariño y el utillero Rego lo trasladaron al vestuario en volandas, pues el fabrilista, con evidentes gestos de dolor, ni tan siquiera podía apoyarse por sí solo.

Tras una primera exploración por parte del galeno, el jugador se duchó y fue trasladado en el automóvil de Sambade y acompañado por Lariño al hospital Modelo de A Coruña, donde se le practicaron las pruebas que confirmaron su grave lesión. Aún se desconoce cuándo será operado, pero la temporada se terminó para él.