El Dépor juega el partido del miedo

Pedro J. Barreiros

DEPORTES

Zé Castro se convierte en la solución de emergencia para dar continuidad al triple pivote

20 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Expectativas frente a necesidad. Las estrecheces del calendario obligan al Dépor y a sus rivales por Europa a jugarse en una sola semana muchas de sus posibilidades de éxito. Los coruñeses, de nuevo con la sonrisa puesta tras su buen partido en el Pizjuán, aspiran a terminarla con nueve puntos más en su casillero y sus reestrenadas posibilidades de Champions intactas. El primer rival, el Valladolid, llega envuelto en guerras bien distintas. Con el agua del descenso al cuello y su recién ganada fama de equipo duro acude a Riazor acuciado por su nefasta clasificación.

Con Antonio Tomás y Laure sancionados, en el Dépor el foco del partido vuelve a desplazarse a la enfermería. Es como si el reloj se hubiera retrasado hasta enero, cuando las lesiones se disfrazaban de francotirador y cazaban a una media de un deportivista por partido. Con Riki y Sergio en el umbral de salida, a Angulo y a Filipe se les ha unido otra vez Juca, que contaba las horas para su reaparición, y Guardado en el entrenamiento de ayer. Y, claro, han eclipsado la actualidad.

La solución que Lotina ha preferido radica en tocar lo menos posible el esquema piramidal que ha devuelto el fútbol a los coruñeses. Aunque para eso tenga que devolver al pivote al defenestrado Zé Castro, quien jugará su quinto partido de Liga (otros seis en Copa) en un puesto en el que su entrenador lo había descartado y en el que no había vuelto a jugar desde abril del 2009, cuando el Dépor cayó por 3-1 frente a un Espanyol entonces casi desahuciado. Además, el 4-3-2-1 saltará al césped de Riazor con un tridente de ataque de campanillas, donde Lassad y Valerón pondrán el talento, pero les faltará el ingente trabajo que esta línea desplegó el pasado sábado.

El consuelo es que el Valladolid no se parece en nada al Sevilla. El Dépor volverá a tocar al ritmo que marque la batuta de Juan Domínguez. El mejor hace siete días frente a un rival de Champions tratará de aprobar su única asignatura pendiente de la temporada, los partidos de casa, y salir por fin por la puerta grande de Riazor. En su currículo ya figuran diez jornadas del campeonato, pero solo será el segundo del canterano como titular frente a su afición.

Seoane se convertirá en la otra gran novedad blanquiazul. El lateral diestro del Fabril hará de Laure, pues jugará a pierna cambiada en el costado izquierdo de la defensa. Se aplicará en secar al visitante Nauzet, el mejor junto a Canobbio en la primera vuelta, cuando marcó dos goles.