Lassad inicia la cuenta atrás. Se ejercita desde el pasado día 3 en un centro de rehabilitación deportiva de Marsella y ayer comenzó a entrenarse con balón. El delantero del Dépor cumple los plazos para regresar a A Coruña el próximo martes, cuando confía en estar dispuesto para jugar. «Estoy bien, me encuentro bien, estoy entrenando mucho para volver pronto», afirmó ayer en una breve conversación telefónica.
En plena lucha por su futuro en el fútbol, el francotunecino trata de dejar atrás las repetidas lesiones musculares que lo acompañan desde que ascendió al primer equipo deportivista, hace justo un año. Su punto débil radica en los isquiotibiales. «Tiene acortamientos en toda la musculatura de la parte posterior de la pierna izquierda, en los isquiotibiales principalmente, y también un déficit de fuerza en toda la musculatura pélvica», describe el médico del Dépor Ramón Barral.
El cuerpo técnico trató de paliar este déficit estructural en su talentoso jugador, uno de los favorritos de Lotina, con una larga pretemporada en la que se entrenó de forma específica para minimizar los riesgos de nuevas dolencias. Con el inicio de la competición, al margen del trabajo junto a sus compañeros, Lassad acudió a diario a ponerse en manos de los fisioterapeutas del club. El plan le concedió protagonismo en nueve de las catorce primeras jornadas. Hasta seis veces fue titular, aunque solo disputó un partido al completo. Poco después, el pasado 29 de noviembre, a los 37 minutos de la visita al Racing de Santander, pidió el cambio y las pruebas médicas revelaron una microrrotura fibrilar en la unión miotendinosa proximal del bíceps de la pierna izquierda. Los isquiotibiales le jugaban otra mala pasada.
Garantía
De nuevo al margen de sus compañeros, cuando parecía prácticamente recuperado, en enero, sufrió un nuevo contratiempo, esta vez una sobrecarga en la derecha y no aguantó más. Había visitado en Navidades junto a su agente, Christian Bibou, la clínica de rehabilitación Camp 8 Saint Raphaël, a unos 30 kilómetros de Marsella, su ciudad natal. Dirigida por el doctor Michel Gaillaud, antiguo médico del Mónaco, sus responsables le devolvieron la esperanza. «Nos dijeron que si se entrenaba con ellos durante tres semanas, le garantizaban veinte partidos sin ninguna lesión muscular y él está loco por volver a jugar», señala Bibou.
Así, pese a las reticencias públicas de los servicios médicos del Dépor -«si tuviera un poco más de paciencia, a lo mejor habríamos obtenido resultados con nuestro método», señaló Ramón Barral al día siguiente de su marcha-, Lassad ingresó en un centro donde dejaron atrás sus lesiones ilustres futbolistas como Giuly (que pasó por el Barcelona), Niang (Olympique de Marsella) o el mismísimo Drogba (Chelsea). «Allí tienen una máquina capaz de fortalecer las piernas de Lassad», apunta el representante, y paliar así su predisposición a padecer dolencias musculares.
Lotina, que el pasado sábado había revelado que había hablado con el jugador y que lo había encontrado muy animado, explicó que pasado mañana volverá a telefonearlo. «Hablaré otra vez con él y tomaré la decisión de si vuelve el miércoles [el próximo día 23] o le dejo toda la semana que viene», dijo.
Lotina destacó la importancia que tiene para el Dépor que Lassad se recupere de sus problemas musculares. «Cada recuperación es una buena noticia y Lassad nos vendría bien, porque cuando está bien nos aporta mucha calidad», explicó.