El Pontevedra ha conseguido redimir sus penas al poner freno a las dos derrotas consecutivas que había encajado ante el Lemona y el Deportivo Alavés. La victoria de ayer ante la Cultural (2-0) comenzó a gestarse a los cinco minutos de juego, cuando los dos equipos aún no se habían asentado sobre el castigado terreno de juego de Pasarón. Gerardo, que en la segunda parte dejó a su equipo en inferioridad, logró el primero. En la segunda parte, Charles se afianzó como máximo goleador con un excelente remate.
Alfaro esperaba a la Cultural agazapada, esperando la contra. Sin embargo, se encontró con un arranque espectacular de los leoneses. Con las líneas adelantadas, los de Yosu Uribe pretendieron dar un golpe sobre la mesa para levantar los ánimos ante el Pontevedra. De hecho, dispusieron de tres claras ocasiones para batir la meta granate. La defensa, un tanto desconcertada por el marcaje extremo al máximo goleador del grupo, se vio obligada a sacar el balón de su área como pudo.
Pero la falta de puntería de la que había carecido el conjunto pontevedrés en jornadas anteriores, acabó certificando el primer gol a los cinco minutos de juego. La jugada nació en un saque de córner ejecutado por Víctor Bravo que tocó Vázquez de cabeza y Gerardo acabó introduciéndolo en la portería leonesa, cuando apenas Jito, el máximo goleador del grupo, apenas había entrado en juego.
Para evitar que el delantero formado en la Masía aumentase los 15 goles que lleva esta temporada, el técnico granate dispuso de tres zagueros, Malón, Sergio Castaño y Vázquez, para vigilar sus movimientos.
Con ventaja en el marcador, el Pontevedra utilizó las mismas tretas que empleó en el debut de Pablo Alfaro en el campo de Barreiro. En esta ocasión, especialmente Gerardo e Iván Carril se iban al suelo al mínimo contacto, lo que no gustaba ni a la afición ni tampoco parecía ser el camino más adecuado para llegar a la victoria.
División de opiniones
A la media hora, el público mostraba división de opiniones sobre la respuesta mostrada por el equipo de Pablo Alfaro. Hasta se vio un repliegue defensivo de intensidad máxima, con todos los jugadores en campo propio. Fue en un contraataque visitante. Los once jugadores se metieron atrás, cubriéndose las espaldas.
Con esa defensa a ultranza, el partido entró en una dinámica por momentos insufrible. Los veinte jugadores alrededor del balón en cualquier zona del campo. Todo ello, buscando una solución a su delicada situación clasificatoria.
A filo del descanso, Santi Amaro creó una de las mejores ocasiones para aumentar la ventaja en el marcador. Santi Amaro se fue de dos defensas al borde del área y cuando tenía a Gerardo libre de marcaje, disparó sobre el cuerpo de Diego Calzado, dejando pasar la mejor ocasión para aumentar las distancias en una primera parte insufrible. Calamitosa.
Pero lo mejor estaba por venir. A los 10 minutos de la segunda cambió el encuentro. Un centro de Víctor Bravo lo remató Charles a pie cambiado.
Resuelto el marcador, todo apuntaba a la mejoría del Pontevedra. Y así fue desarrollándose el partido. El centro del campo se asentó y se encontraron con más espacios haciendo patente la superioridad local.
Sin embargo, Gerardo tiró por la borda toda la mejoría del equipo. Había visto una tarjeta amarilla unos minutos antes, trató de retrasar el lanzamiento de una falta, volvió a montarla y dejó a su equipo con uno menos cuando habían conseguido defender una ventaja de dos goles, algo que no se veía desde hace mucho tiempo en Pasarón.
Después de las genialidades de Gerardo, el Pontevedra volvió a pasarlas canutas. Con la entrada del ex vallisoletano Chema, el equipo leonés aumentó la presión sobre la portería de Quintana. Hasta cuatro claras ocasiones generó la Cultu, una de ellas de Jito en el segundo palo, que pudo haber cambiado signo del partido.