El Mundial Match Play se reinventa desde hoy en el campo de Finca Cortesín, en Casares (Málaga). El campeonato, que desde 1964 se jugó en Wentworth y ganó Ballesteros en cinco ocasiones, llega a España. El fenómeno de Pedreña nunca perdió una final del torneo, que ahora Volvo rescata y cuya identidad inicial (se juega por hoyos, y no por golpes, en partidos entre dos jugadores y por eliminatorias), sufrió algunos retoques.
Ya el año pasado, el circuito europeo se vio incapaz de poner en marcha este Mundial. Ahora, gracias al empuje de IMG y los jugadores que apodera, el torneo vuelve al calendario, aunque sin muchos de los golfistas deseados. El torneo deja las Islas Británicas para recalar en Andalucía. Y se disputará a través de una liguilla: los 16 jugadores se dividirán en cuatro grupos; solo el mejor de cada uno pasará a semifinales, ya el sábado. Las dos últimas rondas serán al mejor de 36 hoyos.