Curro Segura quiere un Obradoiro valiente y competitivo para la ACB

SANTIAGO

04 ago 2009 . Actualizado a las 17:10 h.

La directiva del Obradoiro ha hecho gala de una paciencia y una perseverancia infinitas. Casi veinte años de lucha judicial se han saldado con la vuelta del equipo a la élite del baloncesto. Ahora es el turno para el cuerpo técnico, al que le toca pilotar otro ejercicio en el filo del más difícil todavía: debe construir contrarreloj un equipo totalmente nuevo para competir en la ACB. Y todo eso dentro de un margen económico marcado por la austeridad.

Los rectores del club han empezado, precisamente, por la elección del entrenador, Curro Segura, y del director técnico, Alberto Blanco, que cumplieron con el protocolo de la presentación oficial y trabajan ya a todo trapo. En el calendario aparece la última semana de este mes como la elegida para empezar la pretemporada. Y para entonces el Obradoiro quiere tener ya, si no la plantilla al completo, sí la mayor parte de las once fichas con las cuales encarará el reto de la permanencia.

El entrenador andaluz, que la pasada campaña dirigió al CAI Zaragoza, envuelve en la bandera de la «ilusión y la motivación» la aventura que acaba de iniciar. Y, a expensas de los fichajes que se puedan ir concretando en las próximas fechas, lo que quiere es moldear un Obradoiro «valiente y competitivo».

Cuatro nacionales

Uno de los primeros objetivos es tratar de cubrir lo antes posibles el cupo de cuatro jugadores nacionales que exige la ACB. Y, en la medida de lo posible, le gustaría que uno de los dos extracomunitarios tenga experiencia en la categoría.

Reconoce que no será fácil poner en marcha toda la maquinaria. El club ya ha trasladado varias ofertas a jugadores que tiene en el punto de mira, pero de momento todavía no ha podido concretar ninguna de ellas. El del Obradoiro es un proyecto teñido de romanticismo y de ilusión, pero más de uno de los tentados prefiere esperar antes de dar el sí porque, al propio tiempo, es una iniciativa nueva que está cogiendo vuelo después de casi cuatro lustros de travesía en el desierto.

El técnico andaluz confía en que empiecen a fructificar las gestiones porque está convencido de que la nave obradoirista irá tomando velocidad en cuanto se vayan conociendo los nombres propios que integrarán la plantilla.

Son muchos los frentes abiertos para tratar de empezar a cerrar fichajes y uno de ellos es de las principales canteras del baloncesto español, con objeto de incorporar jugadores que podrían aprovechar su paso por Santiago para reivindicarse.

Presión y exigencias

Encarar la temporada 09/10 con el cartel de cenicienta puede suponer, sin embargo, un menor grado de presión. Segura entiende que, en ese contexto, quizás pueda hablarse de una mayor compresión en el entorno y de una motivación añadida. Pero advierte de que el listón de las exigencias será alto desde el primer día, más allá de las circunstancias.

El equipo empezará a dar sus primeros pasos la última semana de este mes. Buena parte del trabajo se desarrollará en Santiago, pero también cabe la posibilidad de hacer una concentración de siete u ocho días en lugar y fechas que están todavía por determinar.

Junto a Curro Segura fue presentado Alberto Blanco, que llega desde la estructura técnica del Unicaja de Málaga atraído, al igual que el entrenador, por un reto de «máxima dificultad y de ilusión infinita». Supone su vuelta a Galicia tras trabajar son éxito en el equipo malagueño.