El camerunés se reincorporará al equipo una semana después de la fecha prevista, que era el próximo lunes
16 jul 2009 . Actualizado a las 15:30 h.El Barça concedió ayer siete días más de vacaciones a Samuel Eto'o confiando en solucionar su salida del club en ese intervalo de tiempo. No será fácil. Por ahora, lo único que se consigue es evitar que se repita la historia de la pasada temporada, cuando un Eto'o crucificado se ganó la confianza de Pep Guardiola con su buena actitud en la primera estancia de la pretemporada, que tuvo lugar en Saint Andrews (Escocia).
Ahora, el camerunés no pisará a partir del 21 de julio los campos de Bisham Abbey Sports Centre, a las afueras de Londres, y no podrá ganarse al técnico porque ha sido el propio entrenador quien ha pedido ese permiso extra para el camerunés, citado para el 27 de julio junto a los internacionales que disputaron la Copa Confederaciones (Puyol, Xavi, Piqué, Busquets y Alves). Las posturas son, aparentemente, irreconciliables.
Es curioso el papel que juega Joan Laporta en esta historia. «No pasa nada si Samuel tiene que volver a entrenarse el lunes 20 de julio con el equipo, es un jugador con contrato y procuraremos que se sienta a gusto», manifestó el presidente el martes. Menos de 24 horas después el club alargaba el tiempo de descanso del camerunés. Esa misma incontinencia verbal lo llevó a decir que reactivarían otras opciones si no se daban las circunstancias favorables en el caso Villa, cuando el asturiano es el único delantero que quiere Guardiola, sí o sí.
Laporta juega al despiste, su estrategia es atemorizar al Valencia para que venda antes de quedarse con un jugador a disgusto, pero no logra confundir a nadie. Y mucho menos a Eto'o, que tiene las ideas muy claras.
El camerunés, que acaba contrato en el 2010, supo que Guardiola no contaba con él el pasado 8 de junio. Mejor dicho. Le comunicó que sería uno más si renovaba su contrato, pero lo avisó que no quería un jugador en su plantilla que se marchara libre un año después porque sería garantía de inestabilidad.
Como Eto'o pidió cobrar igual que Messi si renovaba, el Barça, que solo le ofrecía mantener su sueldo actual, le pidió a su agente, José María Mesalles, que lo pusiera en el mercado. Pero nadie quiso pagar los 30 millones que pedía el Barça por un 9 que queda libre un año después. Hasta que apareció el Manchester City ofreciendo 25,5.
Sin embargo, el camerunés comunicó que no jugaría en un equipo que no disputara competición europea a no ser que cobrara mucho más. Y hasta el derrochador City se echó atrás.
El Barça tiene otras ofertas en la mesa, pero no llegan a los 15 millones de euros. Son de clubes como el Milan o el Manchester United, grandes y pacientes negociadores que esperan que Laporta acabe claudicando.