Italia se estrelló contra el portero de los «faraones», que marcaron en la primera mitad
19 jun 2009 . Actualizado a las 11:06 h.Cuando se daba por hecho que Brasil e Italia tenían aseguradas las dos primeras plazas y una de ellas sería el rival de España en semifinales, Egipto se encargó de reventar el grupo con su victoria ante la campeona del mundo, que tiró la primera parte y cuando tuvo que reaccionar ni siquiera tuvo suerte. La fortuna que tantas veces ha acompañado a los italianos les dio la espalda en Johannesburgo frente a la revelación de la Confederaciones, que ahora incluso puede soñar con la penúltima ronda.
Italia estará maldiciendo el nombre del portero de Egipto, que en la segunda mitad salvó hasta cuatro ocasiones de gol de los italianos, tres de ellas a un Iaquinta negado. El delantero italiano se estrelló contra El Hadary, y la campeona mundial está ahora contra las cuerdas por culpa de la campeona de África.
Nunca se dio por rendida Italia, pero esta vez no le valió su orgullo para sumar al menos un empate que mereció después de derrotar con problemas a Estados Unidos. No fue ninguna sorpresa que Lippi concediese la titularidad a Rossi después de los dos goles que el delantero del Villarreal marcó a los americanos, pero sí la entrada en el once egipcio de un centrocampista que no había jugado prácticamente nunca con su selección y que fue quien incendió, no solo el choque, sino también la Confederaciones. A balón parado, solo dos minutos después de que Zambrotta salvase ya un gol, Buffon despejó un disparo de Abd Rabbou y gracias a ese córner, Homos, libre de marca, conectó un perfecto cabezazo que obligó a Italia a echar el resto tras el descanso. Hasta entonces, los italianos se habían dejado llevar, menospreciando a una campeona de África que durante toda la primera parte tocó con mucha clase y llegó con verdadero peligro.
Resistencia
Mucho mérito tuvo Egipto con mantener su ventaja en una segunda mitad en la que Italia ya no podía especular más, y por ello sacó a Luca Toni y a Montolivo. Italia se quedaba sin el carácter y casta del duro Gattuso en el medio campo, pero ganaba en profundidad. Le pusieron otra marcha los italianos frente a un equipo egipcio que cambió radicalmente de actitud, se echó atrás, a dedicarse solo defender y a intentar golpear con alguna contra, y estuvo cerca de pagarlo. Comenzó Italia a llegar por las bandas y a generar ocasiones, en las que fueron protagonistas casi siempre Iaquinta y El Hadary. El portero egipcio evitó hasta tres oportunidades clarísimas del delantero italiano, que no dejaba de lamentarse y ya no se podía creer que el balón no cruzase la línea de meta. También falló Montolivo otra, en un remate en el que el guardameta egipcio estaba perfectamente colocado. Hasta Buffon se sumó al ataque al final, pero ni así.