El club, en el grupo de cabeza de Tercera, negocia cada semana los campos para entrenar. Ayer, en Aldán; de mañana aún no sabe nada
11 feb 2009 . Actualizado a las 13:00 h.Ayer se entrenó en Aldán, en el campo del Rápido Bahía. Pagando, claro. Mañana, Dios dirá. Esa es la triste historia cotidiana del Alondras, equipo que ocupa actualmente una de las plazas de promoción de ascenso en Tercera. Su campo, el de O Morrazo, no hay por donde cogerlo. «El mal tratamiento del césped ha acabado con él, se anega y cada vez va a peor. Lo mejor es no pisarlo», admite su técnico, Juan Carlos Andrés.
Hace dos semanas entrenaron en Valadares. La pasada, en Nigrán. «No hay quien aguante tanto paseo. Cada vez en un sitio diferente. El día anterior nos dice el míster donde toca y allá vamos como podemos», se lamenta Aarón Paredes, autor de los dos goles que le dieron la victoria al equipo el domingo. «Negociamos con equipos de Regional para jugar amistosos entre semana y así ir tirando. Si no, los jueves, por ejemplo, no tendríamos donde estar. Nunca tuvimos condiciones tan malas», afirma Juan Carlos Andrés.
La reforma del campo de O Morrazo ha quedado descartada por su complejidad. «No podemos acometerla», dice el presidente, Luis Guimeráns, que cree que su equipo acabará pagando tanto peregrinaje.
La solución política no llega. «La alcaldesa nos prometió que negociaría la cesión del campo de Massó, por cuatro o cinco años, para construir un campo sintético. El teniente de alcalde negocia con la comunidad de montes de Monte Carrasco», señala Guimeráns. Actualmente, uno y otro campo están siendo utilizados por las categorías inferiores, pero su estado también es deplorable.