El Sevilla vuelve a desinflar al Dépor

Rubén Ventureira

VIGO

Los de Lotina han dilapidado en el triple enfrentamiento buena parte del crédito acumulado en meses

15 ene 2009 . Actualizado a las 13:19 h.

El Sevilla volvió a pinchar el globo del Deportivo. Los coruñeses llegaron muy inflados al primer enfrentamiento contra los de Manolo Jiménez, que se jugaba la nómina en esta trilogía de partidos. En el choque inicial, los hispalenses dejaron marchar vivo a la cara B del Dépor, que acicaló el resultado (2-1) y la eliminatoria con un tanto postrero de Omar Bravo. En el partido intermedio, liguero, fueron los coruñeses, ya con el equipo A, los que dejaron vivo al Sevilla, que acabó dando la vuelta al partido con una magistral lección de fútbol de contragolpe pese a jugar con diez. En el tercero y último encuentro, los andaluces se cenaron en veinte minutos al Dépor, que ha dilapidado en este triple enfrentamiento buena parte del prestigio (está por ver si la moral) que había recuperado en los últimos meses.

Ayer, el partido acababa de amanecer cuando el Sevilla reventó el marcador y, casi, la eliminatoria copera. A los 40 segundos, los hispalenses tejieron unas rápidas triangulaciones que acabaron con la pelota en las botas de Capel, que centró desde la izquierda hacia el segundo palo, donde apareció libre de cepo Navas, que la enganchó con potencia y batió a Fabricio, al que la pelota se le escurrió al desagüe de su portería entre sus manos de mantequilla. Quedaban por delante 89 minutos y un par de goles para igualar la eliminatoria, una tarea titánica para el once de gala (pues el Deportivo no da la vuelta a un partido desde hace casi diez meses) y más para los once blanquiazules que estaban pisando el césped. Porque Lotina vistió la alineación con fondo de armario (solo tres titulares comparecieron de inicio), mientras Jiménez recurrió a su ropa de fiesta.

Al gol de Jesús Navas replicaron los coruñeses, de entrada, con sosiego. No se descoyuntaron las líneas como el pasado sábado ante el mismo rival, no quedaron cráteres en las bandas... De inicio, el Dépor intentó el ataque ordenadamente, dirigido por un Pablo Álvarez hiperactivo por la banda derecha. El ímpetu y la casta duraron lo que tardó Colotto en intentar regatear a Luis Fabiano (el mundo al revés) y perder el uno contra uno. El brasileño le guindó la pelota al argentino y resolvió con elegancia ante un vendido Fabricio.

La eliminatoria estaba 4-1, como aquella contra el Milan. Entonces estaba Fran para amargar con un gol al Sevilla, y ahora, es lo que hay, la afición se encomienda a Bodipo, que llegaba en trance tras anotar cuatro dianas en otros tantos partidos. Fue el sevillano el que pudo colocar el 2-1 a centro de Filipe, pero lo evitó Palop, que en el córner posterior desvió un cabezazo de un Colotto que buscaba maquillar su error anterior. Fueron los minutos más potables (que no buenos) de la escuadra blanquiazul, que naufragó definitivamente cuando Adrián López y Colotto se enredaron en la frontal del área ante la presencia inquietante de Luis Fabiano, que puso el lacito al regalo blanquiazul y el nudo a la eliminatoria.

El segundo tiempo fue un apósito. El Dépor hizo cosquillas y el Sevilla le dejó hacer y apenas contragolpeó. Fueron 45 minutos de la basura, pero no lo entendió así Omar, que midió mal y atropelló con una plancha a Romaric, por lo que vio la roja. Palop también pecó de fogoso, y se fue a la ducha por derribar a Colotto en el área. El penalti lo lanzó Pablo Álvarez. El portero era Chevanton, así que había que tirarlo por dentro. Fue al palo. Para tocar madera.