Políticamente no es muy correcto. Marcelo Conchado reconoce que su piloto favorito de la fórmula 1 es el menos querido por el público español. «¿El que más me gusta? Hamilton, sin duda. Es uno de los mejores. Pese a ser muy joven, ya en el primer año pudo ser campeón y en el segundo lo ha sido, estuvo con un bicampeón y fue más rápido que él», argumenta el joven piloto que reside en Mera. «La gente lo odia por culpa de Lobato y el otro comentarista. Lobato solo dice lo que la gente quiere escuchar», añade.
Conchado Falcone ya ha coincidido con algunas figuras de la fórmula 1, como Alain Prost («un tío bajito y se le veía bastante majo») o el propio Fernando Alonso («coincidí con él en Asturias a finales del 2004, justo un año antes de que se proclamase campeón. A mí no me gusta acosar a los pilotos, no quiero ser pesado ni incordiar»).
Presupuesto prohibitivo
Su próximo reto será la Eurocup, empresa para la que necesita unos 28.000 euros «solo de inscripción». «La temporada al completo podría tasarse en casi 400.000 euros, como unas World Series», explica el padre, José Conchado. Entre circuito y circuito, juntos han hecho este último año unos 80.000 kilómetros, lo que ha alimentado la relación padre-hijo. Y a veces la ha tensado. «Soy bastante cabezón, pero mi padre a veces es insoportable», apunta Conchado hijo. El padre replica: «Yo soy muy metódico y no quiero que deje cabos sueltos y en ocasiones él se relaja demasiado».
Cruce de miradas. Padre e hijo también son buenos amigos.