El Celta empata con el Marítimo en su primer test serio del verano

Juan Villar

VIGO

11 ago 2008 . Actualizado a las 11:26 h.

El Celta sigue en período de pruebas. Los de Pepe Murcia han llegado al ecuador de la pretemporada todavía lejos del nivel que se espera en un equipo con aspiraciones, aunque ayer se vieron algunos detalles positivos frente a uno de los mejores equipos del país vecino, el Marítimo de Madeira.

Era esta la primera prueba de cierto empaque de la pretemporada para los de Pepe Murcia, quien alineó a su once de gala de los disponibles, que no distará mucho del que inicie la Liga frente al Girona. Incluso el recién incorporado Danilo arrancó como titular.

Se vio que el técnico todavía tienes muchas cosas que corregir, especialmente en el balón parado, ya que de un saque de esquina que cabeceó Moutinho sin que su marcador, Noguerol, le dificultase el remate, llegó el gol que adelantaba a los portugueses en el marcador.

Fue la única llegada del Marítimo en todo el primer tiempo. Al Celta le costó construir juego ante el juego sucio del rival, que provocaba continuas faltas.

La luz solo aparecía cuando la pelota pasaba por las botas de Roberto Trashorras, que partido tras partido se confirma como el jugador llamado a liderar al Celta en su camino hacia la Primera División. El lucense ideó la ocasión más clara del partido para los celestes al enviar un pase en profundidad que dejó a David Rodríguez solo ante el meta rival, en quien se estrelló el disparo del toledano.

El delantero centro tuvo otra buena oportunidad al rematar con una chilena un saque de esquina botado por Danilo, pero nuevamente se encontró con el portero bien colocado.

Al equipo vigués se le negó el gol hasta desde el punto de penalti. El meta Marcos detuvo el lanzamiento de Kamel Ghilas.

En la segunda mitad el fútbol bajó muchos enteros y el Celta perdió la posesión de la pelota. La pelota rodaba por el terreno de juego con muy poco sentido.

En una jugada aislada llegó la igualada en un golpe franco lateral botado por el omnipresente Trashorras que remató Ghilas en el área pequeña y rechazó el portero. El balón le llegó a Rosada, que no perdonó con su pierna zurda.

El trofeo tuvo que decidirse desde el punto de penalti. Fueron necesarias catorce penas máximas para decidir el vencedor, que fue el Celta con gol final de Peña.